julio 11, 2006

POEMAS DE LUIS CUADROS FALLA

En la Foto: Poeta Luis Cuadros Falla.

CUQUI VISITA "TERRA ÌGNEA"


Luis Cuadros Falla (Lima, Perú, 1961)

Poeta y periodista. Tiene publicados los libros "Nocturno" y "La velocidad del amor" (Signotres). Fundador de la revista "El elefante asado", en homenaje al poeta Luis Hernández Camarero, ha sido co-editor y colaborador de varias revistas de poesía: Contraluz, Maldoror, La casa del delfin y otras, editadas en Arequipa.
Como periodista ha trabajado en diversos medios de comunicación nacionales, en organismos no gubernamentales y entidades de gobierno como el Ministerio de Educación, y el Congreso de la República

Luis Cuadros Falla viene preparando su tercer libro de poesía, "El velorio de los difuntos", que será editado próximamente en Estados Unidos.
Actualmente se desempeña en la actividad privada en Los Angeles, California (EU) en donde reside.
Los tres primeros poemas son inéditos pertenecen al nuevo libro "El velorio de los vivos" y "Jinete del Apocalipsis" a "La velocidad del amor".
Imagen: Libro "La velocidad del amor".
Ya casi estoy derribado

I
ya casi estoy derribado
pero tengo algo que decir
nada se retuerce en mi conciencia
y nada anida al amor
sólo el espejo de tu desnudez
II
soy como el tiempo
amado
odiado
siempre vuelvo
a los acantilados
y al otoño
III
que pena tan callada
la de tu cuerpo
que habita en la soledad de los parques
IV
breve es el canto del gorrión
y simple como la mañana
oyes?
qué simple
como el anillo de Neruda
el junco de Vallejo
la serpentínica u del bizcochero
la gente en el parque Universitario
el país
dando la vuelta en u
en donde dice
prohibido voltear en u

V
así también
el desierto y la ternura de la arena
el delirio del manantial
mil ovejas contando hombres
una oveja contando uno dos tres mil hombres
una oveja cantando
otra oveja contando
uno dos mil hombres
una mujer un hombre
una mujer un hombre
una mujer un hombre
no hay término medio?
VI
como una estrella el amor es lejano
está lleno de luz
de sol
es un animal de fantasía
es un animal azul añil del cielo
es una pieza de lunes
arrojada al mar
arrojada al celofán
un barco atraviesa con alguien en la proa
del otro lado: nada
así es esta travesía
tan parecida al dolor
a una luna escarlata fraccionada en mil
a un río revuelto
entonces se desliza
una de las ovejas
o un hombre o una mujer
y como ya está escrito
su corazón es anaranjado
qué color tan raro para el corazón
tierra de mar son sus labios
y su mirada ya no tiene color
qué esconde?
qué entierra?
por qué hurga?
por qué huye?

VII
un pez o una gaviota
las ovejas nunca lo hubieran imaginado
ni los hombres
ni las muejeres
como quiera
todos aquí aman
y ninguno es dueño de nada
ni de sí mismos
son las palabras como piedras
por aquí pasó un río
alguien tiene que decirlo
pasó
pasó
y en la orilla
unas manos dijeron adiós
secas

Bajo la tierra

a Lucía

entonces se desliza como una muralla suave la muchacha buscando cualquier cosa verde que se mueva cerca a una porción de cielo en su propio corazón de modo tal que la oscuridad le da sed tierra mar en donde nace la mirada del sepulturero y vuelve como sombra fresca escarbando de nuevo escarbando la nieve cuando no en el fuego partida en dos como una lágrima tan sencillo que es partir una lágrima en dos sólo se necesita de la voz cuando se quiebra y el desencanto también partido en dos y salta al abismo y se alegra de saberse vivita y coleando aunque desnuda dice que era un día propicio para la muerte y sólo quedan un lago el sol refugiado bajo sus párpados y las piedras destruyendo su hermosura bajo la tierra
Los Angeles julio 2006


El Payaso

una sonrisa
me borró
la mirada

yo tenía
dos años
-lo recuerdo-

podía soportar el viento
los ruidos extraños
extrañas miradas

hasta la noche
soportaba
mi cuerpo
-lo recuerdo-

porque siempre había algo brillante
cerca de mí

la luna
la pequeña luz de la veladora
un alma en pena

y amanecieron mis ojos
sin tristeza

mis ojos anunciaron
en verdad
el agua y el verdor

los colores
-hasta entonces-
eran maravillosos

toco mil colores
mil colores
tantas veces
toco mil colores
en un vaso de cerveza
en el cristal astillado
en el humo
en el recuerdo

viví feliz
por mucho tiempo
ni siquiera
el amor desesperado
me hizo daño
ni el adiós
me hizo daño
ni la ausencia
tanto daño
ni la lluvia
ni la soledad

siempre había algo brillante alrededor

por eso nunca entendí
lo que debía entender
a mis dos años

por qué un infame buscador de caricias e ilusiones
tenía que despertarme del sueño?
tenía que devolverme al mundo?

quién dijo que sus grandes labios
me harían reir?
que sus grandes ojos
me alegrarían?
que sus ademanes
me sorprenderían?

viví angustiado tanto tiempo
hasta que entendí lo que era el miedo:
no saber de dónde vienen las palabras
no saber de dónde vienen los sonidos
de dónde viene el viento
en dónde truenan los cuchillos
en qué lugares las personas amanecen solas
en qué cementerio no descansarán mis huesos
en qué paredes no escribiré tu nombre
en qué cama no te encontraré
a qué sabrán tus labios cuando los vuelva a besar
qué eco encontrará mi voz
en qué misterio enterraré mi tristeza
en qué agonía me volveré un santo
con qué palabras vomitaré al mundo
con qué sangre me vestiré de fuego
con qué algarabía me brotará el cuerpo
con qué colores entraré al oceano
de qué nube saltaré a un árbol
qué árbol soportará mis lágrimas
qué perro me mirara celoso
qué abrazo guardará mis secretos
quá música me devolverá el sueño
qué alivio se sentará en mis mañanas
qué alma colmará mi ensueño
qué alma brillará por mi
qué alma me volverá un vértigo

acaso hay alguien en esta multitud
que me pueda quitar este traje
estos zapatos largos
esta sonrisa dibujada
estos colores quemantes
y este dolor ajeno
que viste mi cuerpo?

Luis Cuadros Falla
Los Angeles 2006

La poesìa de Luis Cuadros Falla ("Cuqui") es de una busqueda existencial permanente.

JINETE DEL APOCALIPSIS


soy en verdad un bosque,
y una noche de árboles tenebrosos:
mas quien no se asuste de mi oscuridad (Nietzche
hallará también rosas bajo mis cipreses
(Nietzche)


yo
que he destrozado dragones
he mordido el polvo
y he descuartizado
las extremidades de mis enemigos
yo
que he saboreado desesperanzas
y me he subido a lo más alto
de la torre
para lanzarme si mucho éxito
yo
que he pecado
con mi sexo
y perdí la voz llorando
entre tus senos
yo
que me he erguido
y he comido a otros humanos
que he bebido
la sangre de tu cuerpo
y he destrozado tus manos
y he dejado una larga huella de sangre
sobre la nieve de tus ojos
yo
que me he alimentado de estrellas
y he vivido colgado de la luna
alumbrando como relámpago
playas solitarias
yo
que he deshilachado poemas
y he caído
como lluvia
y he hecho tronar mi voz
y he hecho estallar mi esperma
yo
que he echado mis ojos a rodar
y no han visto nada
que he sido voz
nota musical
pan al amanecer
piedra
y mar enbravecido
y sillar
yo
que he sido parte de tu cuerpo
noche cerrada
lluvia eterna
pez inmóvil
manos de fuego
destruyendo el amor
colmillos desgarrándote
tormenta de sangre
huella
fósil
saliva evaporada
yo
que he caminado tanto
sin dejar ningún rastro
ni encontrar oasis
ni desierto
ni arena
ni copa vacía
sed de polvo


yo
que harto de buscar
atravesé las aguas
tantas veces
que olvidé mi origen
y ya no sé
si soy viento o trueno
si soy cielo
o soy infierno
si la ternura me invade
y adoro a mis dragones
y perdura en mi
la mariposa del tiempo
y el manantial
yo
que he sido vaho
nido
nudo
y humedad
pies encadenados
manos magulladas
sonrisa marchita
y enamorada
yo
que he perdido la cabellera
que he sido un ser brutal
que he partido corazones
con mi espada de fuego
con mi lluvia de fuego
con mi amor de fuego
quemando
mis propias alas
y callando
cuando no había que callar
yo
que me levanto y anochezco
que me incorporo y me duermo
que me desvelo y vomito
y brincan de mis dedos
sapos y culebras y soles y ayes
y aves y luciérnagas y jaurías y flores


yo
que todo lo sé
y no sé nada
que me invento el amor
como invento un hueco
y el calor o el temblor
el bramido o el violín
el arpa y el sufrimiento
yo
que ya no lloro
las desgracias humanas
que amenazo a la muerte
con mil dragones
que vomitará mi boca
yo
que me declaro imperfecto
y escupo a la especie humana
(en vías de extinción)
y disuelvo la pasión
e incendio la memoria
seco los vientres
desnudo las espadas
y aborrezco
el sometimiento de la especie
a la estupidez total
al terror de los versos vacíos
al terror del amor ausente
yo
que pude haber escrito sobre héroes
yazgo aquí
extraviado en el olvido
con la boca muerta
sobre la cima de este reino
poblado
de sepulcros

Luis Cuadros Falla
del libro La velocidad del amor (Lima, Perú, 2004)

(Contactos: