Por Armando Arteaga
Foto: Andrès Alencastre. En la Foto: Pablo Guevara disertando en el Auditorio de la Municipalidad de Pachacamac.
Cierta vez le pregunté a Pablo Guevara: ¿Qué tan duro era el oficio de poeta?. El poeta Pablo Guevara me respondió alzando el pie derecho y mostrándome su zapato: "4 veces le he cambiado las suelas, y aún resiste, pero no debería ser así". Hay mucho para interpretar en esta respuesta. Pablo predicaba con el ejemplo, y él fue un poeta de la ética y de la estética de las formas -menos onerosas y menos dispendiosas- de un lenguaje directo y de crítica contra la burguesía, y de una interpretación dialéctica y estructural del desarrollo de la historia contemporánea como un suceso actual, vigente y occidental. Que yo sepa, nunca nos defraudó con el "uso de la palabra", y menos, con la acción polígrafa, también exacta, y limpia, de su vida.
Pablo Guevara, aparte de poeta, era cineasta. Fue mi profesor en un Curso de Cinematografía que realizó San Marcos el 69. Allí vi por primera vez su documental "Semilla". No solo era un maestro (con mucha paciencia pedagógica), casi un padre, un hermano mayor, y siempre: un amigo muy especial. Era muy polémico en esa época de efervescencia social. Con él era muy agradable conversar y uno se podía pasar -horas de horas- escuchándolo sobre diversos temas que le apasionaban de la literatura o el cine, pero sobre todo últimamente: la poesía. Ojo: sabia conversar y sabía escuchar, virtud que muy pocos tienen.
El trabajo cinematográfico de Pablo Guevara siempre fue de un gran interés antropológico, lo fue también su poesía. Pablo opinaba así de la función del cine en una entrevista-mesa redonda con motivo de la visita a Lima de Alfredo Guevara (Presidente del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica-ICAIC) y los directores Octavio Cortázar y Pastor Vega:
"Yo opino, Alfredo, que el cine es también una forma de conquistar el poder. Es una forma de conquistar el poder desde el momento en que es un medio de comunicación que permite abrir una brecha, una fisura, para expresar todo un universo de ideas, aspiraciones, y necesidades de un número determinado de personas. Puede ser de un autor o también de un autor que sintetiza una serie de aspiraciones populares..., puede ser una militancia..." (1)
Pero, Pablo Guevara, no era solo un activista del cine (a lo Godard), era un escritor y un poeta a carta cabal, muy complejo, al que había que saber leer y comprender. Se llegaba a él con inteligencia y sobre todo con sentimiento solidario por nuestra cultura y por el país: la problemática de la realidad nacional la conocía con destreza.
Fue un poeta antiburgues por excelencia. Pablo Guevara nació en Lima, en 1930, y fue uno de los poetas más destacados de la Generación del 50. Realizó estudios de literatura y de cinematografía en Europa. Publicó los siguientes libros: "Retorno a la creatura" (1957), "Los habitantes" (1965), "Crónica contra bribones" (1967), "Hotel del Cuzco y otras provincias del Perú" (1972), y los 5 tomos: "Un iceberg llamado poesía", "En el bosque de hielos", "A los Ataúdes/ A los ataúdes", "Cariátides", "Quadernas, Quadernas, Quadernas" (1999). Para los amigos, Pablo siempre leyó en recitales, o en reuniones más intimas, los excelentes poemas de sus libros inéditos "Diente de ajo" y "Mentadas de madre", entre otros textos.
Foto: Andrès Alencastre. En la Foto: Julio Zegarra y Pablo Guevara, presentaciòn del Plan de Desarrollo de Pachacamac.
Todo su trabajó poético a partir de "Hotel del Cuzco y otras provincias del Perú" está inspirado bajo el impulso didáctico del "Abc de la lectura" de Ezra Pound, no digamos que fue un recetario para él, pero si un referente muy cercano a tomar en cuenta, donde "el idioma es un medio de comunicación". Se trata allí de:
I: representar el objeto (fijo o en movimiento) ante la imaginación visual;
II: sugerir correlaciones emocionales por el sonido y el ritmo de lo hablado;
III: sugerir ambos efectos estimulando las asociaciones (intelectuales o emocionales) que han quedado en conciencia del receptor, respecto de las palabras reales, o de los grupos de palabras empleados (fanopoeia, melopoeia, logopoeia).
Mucho se puede decir de la poesía de Pablo Guevara (1930-2006). Me referiré sola al tema de la "Usura", que toma de Pound, a su manera, y como "Epilogo" en "Hotel del Cuzco y otras provincias del Perú", siguiendo la tradición clásica de "il miglior fabro": "Una definición de la belleza es: adecuada a lo que se propone", para desmenuzar la decadencia de la civilización occidental:
"con la usura no hay límites claros
y nadie encuentra sitio para su morada".
Como Pound, Pablo Guevara introduce también en sus versos los temas de la economía y la política, convirtiendo su poesía en una visión y en una protesta muy modernista y actual. Se puede definir la ética y la estética de su mensaje en la apocalíptica versión benévola para mirar la historia con extrema lucidez: "Las Guerras de la Burguesía nos llevan a vivir devorados en el Tiempo y la Necesidad" . Un ejemplo de la increíble belleza que logra la poesía de Pablo Guevara se da en el poema: "El hipopótamo suele ser un amigo y una masa de carne que en nada es metafísica a no ser por su gran corpulencia" (2). Es la denuncia contra el colonialismo inglés de 1900 en la India. Su poesía esta llena de esa iconografía "zoo" africana que también Pablo Guevara con insistencia ecológica defendió ante la depredación devoradora del capitalismo que todo lo vende, por eso aparecen en el vasto escenario de su geografía referente: jirafas, avestruces, leones, cebras, pero también, "zoo" andina: pumas, gallinazos y cóndores: dos hermosos rapaces en vías de extinción.
Varias veces al bisbistar la tarde en la tranquilidad rural de aquel bistró que todavía se llamaba "Los amigos" en la Plaza de Armas de Pachacamac, conversamos largamente, siempre en el anti-establishment: acerca de los avatares y las bondades de la vida, el arte, la literatura y el cine, con Pablo Guevara, un ser excepcional, maestro, y notable poeta de todos los veranos y de todos los inviernos.
Director: Nelson García M. Jefe de Redacción: Fernando Peña Portella: Redactores: Mario Tejada, Juan Bullita, Humberto Poma, Rosa Dodobara, Fernando Ruiz. Director del Cine Club San Marcos: Atilio Bonilla. Lima, Octubre 1969.
(2) EL HIPOPÓTAMO SUELE SER UN AMIGO Y UNA
MASA DE CARNE QUE EN NADA ES METAFÍSICA
A NO SER POR SU GRAN CORPULENCIA
"Amo al hipopótamo, lo amo porque es gordo,
bueno y mesurado.
Sus tres toneladas y media lo mantienen en paz,
Con lo que lo dejan hundirse en su cama de barro,
Sestear bajo un árbol, enamorar a las hipos
y hacer sus caminos paralelos al Río,
nada ni nadie lo enfurecerá. Ante el asedio del dolor
prefieren desaparecer, hundirse en las burbujas de la
tranquilidad..."
Esto decía, al descender ya la noche, mi guía,
y no habiendo aún completado sus hermosos
sentimientos,
porque así sucede al hablar, yo le insté a
proseguir:
"Ah, pero solo por cinco minutos que parecen mil siglos,
luego ha de volver, y si insisten, atención,
furioso no es en nada menos espectacular que risueño.
Pero es bueno,
ah, es bueno definitivamente. Una vez,
Hubert, que murió en la India hacía 1912, fue famoso y querido
hasta la idolatría; curioso visitaba con gran lentitud
más de 50
aldeas grandes y pequeñas y se asomaba en casas y en
tiendas de 10,000 familias
a más de 600 kilómetros a su alrededor.
Y era tan querido,
y así era Hubert,
pero un imbécil –que nunca faltó y jamás faltará-
no sabiendo otra cosa sino vender:
el día que se cruzó en su camino le mató..."
Y mi guía siguió caminando, bien entrada
la noche
hasta el punto de alcanzar las calles donde estaban las
Tiendas de los Mercaderes.
Nos acostamos, y en silencio
seguimos meditando...
Foto: Armando Arteaga. En la Foto: Andrès Alencastre, Julio Zegarra y Pablo Guevara, en la presentaciòn del Plan de Desarrollo de Pachacamac.