noviembre 17, 2015

MIGUEL GUTIERREZ: LA EXPOSICIÓN MULTIPLE DE LA VIOLENCIA

MIGUEL GUTIERREZ:
LA EXPOSICIÓN MULTIPLE DE LA VIOLENCIA

                                                                            Armando Arteaga    

            
Miguel Gutiérrez


Ante un contundente lujo de detalles y gran cantidad de datos, por donde asoman los personajes y recursos literarios que tiene la prestigiosa narrativa y la investigación ensayística de Miguel Gutiérrez, no resulta fácil dar un testimonio preciso: golpear exactamente en el clavo de la pared para colgar el respectivo cuadro expresionista que se necesita ubicar en la pared en blanco, y tener el criterio ponderable, que siempre se debe tener en cuenta, para ser sinóptico, objetivo, correcto, paciente, o contradictorio, puede ser; que da el resultado de una lectura analítica y sintética (al mismo tiempo) frente a la expectante obra literaria de mi paisano escritor; y ofrecer un respetado argumento de festejo o de rigor, para hacer seguimiento de esa mirada tenaz que tiene Miguel Gutiérrez acerca del pasado colectivo de Piura a través del cristal de lo fantástico y de lo histórico, para mirar las virtudes publicas y los vicios privados de la gente de un país, o de una región abordada; y ofrecer un respetado argumento critico de esa obra literaria: que se reparte en la novela y en el ensayo literario, y que, por momentos resulta abundante y abrumador, milimétricamente hablando, casi imposible de hacer un inventario exclusivo y veraz: de esa trayectoria de la dehiscencia piurana.

Miguel Gutiérrez ha demostrado siempre ser un escritor de gran rigurosidad, un profesor dotado de un increíble “background”  literario y político (fue mi profesor, junto con Abelardo Oquendo, en la asignatura de “Lenguaje”,  en la universidad de ingeniería, en la facultad de arquitectura, en los tiempos de estudios generales), y  también es un respetado y admirado amigo desde cuando conversábamos de literatura en la década del setenta en El Tivoli, ese café de La Colmena (ubicado en el primer nivel de ese edificio tomado del estilo de Mies Van der Rohe que tanto les gustaba a los firmantes del manifiesto del Grupo Espacio), en sus mesas discretas y modernas, que parecían encerradas en una enorme pecera por la larguísima mampara de vidrio que daba hacia la gran calle, entre tazas humeantes de café y mucho humo de tabaco.

Empecé a leer con atención a Miguel Gutiérrez desde la esperada publicación de su primera novela  “El viejo saurio se retira” que se abre en la violencia dramática,  del tiempo y de la vagancia y la rebeldía juvenil, de ese cuadrivio de adolecentes piuranos que nos revelaba,  como dijo Washington Delgado: “con fuerza inusitada un ambiente provinciano y un proceso social asaz realista”. Desde las primeras páginas nos sorprende la despiadada ironía; llama la atención el aspecto formal de la parte social y “exhibicionista” de la juventud piurana, freudiana y “una picaresca” como la llamó José Miguel Oviedo en un artículo celebratorio, pero punzante y acido en el Suplemento Dominical de El Comercio: “La novela no quiere agradar, sino irritar y no cuesta nada imaginar que sobre ella se cernirá el escandalo: es agresiva, destemplada, insolente, injuriosa, y cargada de veneno desde el epígrafe: “Si vas a Piura:/ la gonorrea es muy segura (anónimo, siglo XVII)”. Piura se ve, es el primer objeto que quiere aniquilar, pero el ánimo flamígero se extiende a zonas más amplias: la letal vida de provincia, las mentiras institucionales, la corrupción social, la educación religiosa sobre todo.  Construir una novela con tanto descaro y tanto ardor acusatorio es el ambicioso propósito de Gutiérrez.  No es poco para un primer libro, ni deja de constituir material interesante para la crítica”. 

El “boom” literario latinoamericano fue un camino forzado, un proceso tendiente a la creación  de aparatos publicitarios que concentraron la atención de lectores comunes en un determinado numero de narradores publicitados en diarios y revistas no siempre merecedores de prestigios diversos, estos juegos y artíficos del  marketing literario fueron un pie forzado, impidieron ver a otros narradores de obras valiosas, ante la imposición forzada de valores ineficaces y de falsos best-sellers, imposición de “ondas” que ocupaban un moda temporal literaria.  ¿Quién es quién, por ejemplo,  en la narrativa peruana de ese momento? Me quedaba con Mario Vargas Llosa, total “La ciudad y los perros” y “La casa verde” me parecieron  insuperables, esta ultima toda una gran novela de una gran estructura.  ¿Quién es quién, por ejemplo, en la narrativa piurana de ese momento? Hasta entonces me quedaba  con Francisco Vegas Seminario, “Taita Yoveraque” y “Montoneras”, me parecieron excelentes novelas y me siguen pareciendo todavía. Después vinieron “Conversación en La Catedral” y “La guerra del fin del mundo”.  La cosa se ponía cada vez más redonda, pero a la vez cuadrada para los rurales de la prosa, raíz cuadrada a la enésima para los urbanos de la prosa,  y, para que nuevos narradores emprendieran proyectos ambiciosos de novelas totales.  Algo más, Daniel Camino me había mostrado un guión cinematográfico de la novela “El espejo” de Fernando Angell de Lama, que quería llevar al cine: la epopeya de la ocupación marítima del hombre piurano que llevaba aquel escueto epígrafe: Al puerto de Paita, en donde nací, y a su pueblo.  Había, pues todo una “summa”  de argumentos, personajes, ambientes y escenarios: mar, desierto, bosques, andes de Ayabaca y Huancabamba,  para la tentación siguiente de nuevas ficciones sobre temas piuranos. 

Pero insisto, en la prosa de “El viejo saurio…” había un desafío… de la obsesión piurana candente para la narrativa, que Miguel Gutiérrez hacía brotar en esa novela tomando el segmento de la alocada juventud que viene con el acné en la cara:

Nació en Piura y desde muy churre conoció la cólera.
De niño fue el terrible Coloradito, pero cuando una pelambre tupida le broto por todos los poros, se convirtió en el magnifico Pavudo.
Dicen que le gustaba todo lo que volara; por ejemplo, nadie lo ganaba fabricando avioncitos de papel y dicen también que en tiempos de las cometas la suya era la que se elevaba más alto, y que cuando llegaba a Piura el circo de los Hermanos Caballini, el numero que más le gustaba era el de las Águilas Humanas.   

Años más tarde, Miguel Gutiérrez en “Celebración de la novela” (1996) reivindica su obra como algo muy suyo, personal, salido con mucho cariño de su propia creatividad, sorprendiendo a quienes  suponen esa novela como  un ensayo advenedizo de un escritor primerizo, algo que me parece es todo un merito, lleno de enorme sinceridad:

“Como declaré en una oportunidad, fue una novela que escribí con mucho humor, con mucha irreverencia y con esplendida ignorancia.  Pero definitivamente no me arrepiento de haberla publicado.  Creo que existen algunas buenas páginas de prosa, no está nada mal la creación de un ambiente provinciano y los personajes son divertidos y poseen una cierta hondura. Muchos años después, con ese mismo espíritu de humor e irreverencia escribí  “La violencia del tiempo”. 

Muchas claves para entender la narrativa de Miguel Gutiérrez están en ese libro “Celebración de la novela”, es algo que se vuelve patético.  La imaginación “pathos”  piurana en la novelística y el rigor montaignestico en la ensayística de Miguel Gutiérrez (“La Generación del 50: Un mundo dividido”), son dos constantes que van en su obra literaria: una va por la explicación y descripción de la violencia histórica,  y la otra, por el deslumbramiento del género narrativo como factor decisivo en la vida de los seres humanos.  En la novela,  es muy a lo Rabelais, abarcando la pugna social y la pugna política, el roce entre autoridad e individualidad, buscando diversos espacios de la vida diaria, erudición, pensamiento y fantasía, algo muy renacentista.  En el ensayo, tiene representación de cierta erudición, pasión y conocimiento, lectura  y manejo de escritores clásicos y modernos, a lo Montaigne, pretende lo mismo que  Montaigne en sus ensayos: la búsqueda del conocimiento, la inseparable razón estética  e intelectual para hallar las contradicciones de la vida, ensayos  llenos de una enorme masa de erudición literaria, sin animo de deslumbrar sino de enseñar (que esas contradicciones existen), y son el meollo de las cosas simples de la vida.  Por lo que comprobamos, ese deslumbramiento en “Celebración de la novela” por Kafka,  y  su descubrimiento de sus primeros años universitarios de  la novela norteamericana, de tres nombres mayores: Faulkner, Dos Passos, y Hemingway, en algo que nos ayuda a comprender mejor la narrativa de Miguel Gutiérrez. 

Algunas escenas de las novelas de Miguel Gutiérrez entran en el universo de lo real-fantástico, a pesar de tener  prioridad una visión concreta de lo real, tal el caso de  “Hombres de camino”, aunque el referente es lo histórico, muchas de las historias  de vidas  de Isidoro Villar, o de Sansón Carrasco,  o de Rodolfo Lama Farfán de los Godos, o de Bauman de Metz, lindan con lo fantástico, y la leyenda.  ¡Pero si en el fondo la vida de Isidoro Villar me enorgullecía hasta la casi fatuidad! exclama un personaje interno de la novela.  Para los que conocemos “la escena de la vida piurana” sabemos que Isidoro Villar es Froilán Alama, que Sansón Carrasco es Enrique López Albújar, y que Bauman de Metz: aventurero o no, participó en el levantamiento de la Comunidad de San Francisco de Chalaco que con una montonera de 60 hombres entró en el corazón de la ciudad de Piura el 2 de enero de 1883, enarbolando una bandera roja a los gritos de “!Viva La Comuna”.  El hilo conductor de lo narrativo entre lo real y lo fantástico en las ficciones de “Hombres de camino” por momentos nos llevan a recurrir y echar mano a la “Introducción a la literatura fantástica”  de Tzvetan Todorov, por lo siguiente:   “Un postulado no necesita pruebas; pero su eficacia puede ser medida por los resultados a los que se llega cuando se lo acepta. Como creemos que la organización formal no se deja captar en el nivel de las imágenes mismas, todo lo que pueda decirse de estas últimas será aproximado. Habrá que contentarse con probabilidades en lugar de manejar certezas e imposibilidades. Retomando nuestro ejemplo muy elemental, el bosque y el mar pueden encontrarse a menudo en oposición, y formar así una “estructura”, pero no deben estar en oposición; en tanto que lo estático y lo dinámico forman obligatoriamente una oposición, que puede manifestarse en la del bosque y el mar. Las estructuras literarias son otros tantos sistemas de reglas rigurosas, y lo que obedece a probabilidades son tan sólo sus manifestaciones. El que busca las estructuras en el nivel de las imágenes observables rechaza, al mismo tiempo, todo conocimiento seguro”.
En el “Descanso de los caminantes”, Bioy Casares insiste en escudriñar el problema del acto de escribir: “Escribir. Cuando yo era joven, un viejo escritor me explicaba: "Es­cribir lo que no has de publicar no es escribir. Escribir borradores no es escribir. Corregir no es escribir". Este tema es uno de los dilemas de Miguel Gutiérrez, hasta el límite de la responsabilidad y el compromiso soportable en una entrevista en “Celebración de la novela”, contrastada con el dilema de la lectura: para la formación del escritor.  Lo mismo su admiración por Beckett, que me recordó uno de los objetivos centrales de la obra de Beckett: el más pequeño acto puede trastornar el universo. Este es uno de los temas centrales de la obra de Beckett. Una mosca impotente bajo el pulgar puede trastornar al mar y al cielo: siempre la realidad y la ficción que delimitan los territorios de la poesía. Recordar su poema La mosca:
Entre la escena y yo
el cristal
vacío salvo ella
vientre a tierra ceñida por sus negras tripas
antenas locas alas enredadas
patas curvas boca succionando en el vacío
golpeando en el azul estrellándose contra lo invisible
impotente bajo mi pulgar
trastorna al mar y al cielo
El más pequeño acto puede trastornar el universo. Este es uno de los temas centrales de la obra de Beckett. Una mosca impotente bajo el pulgar puede trastornar al mar y al cielo. La poesía francesa de Beckett prefigura al personaje beckettiano desarrollado más tarde en su narrativa: un hombre solo, en la oscuridad de un cuarto se pregunta cómo ha llegado hasta ahí. Se trata de Molloy, de Malone. El Belacqua de Dante, a las puertas del Infierno no espera nada, salvo la memoria.  El absurdo de las cosas, la más extravagante hilaridad, convertido en lector de por vida de Beckett: ubicuidad admirativa que también recupera Miguel Gutiérrez  en su estupendo artículo: “Beckett y la “Secta del perro”.
Para terminar, diré que la novela-ensayo más celebrada de Miguel Gutiérrez: “La violencia del tiempo” me parece estupenda y de gran nivel narrativo, aunque por momentos me resulta densa, algo asmática como “La montaña mágica” de Thomas Mann: novela total, enciclopédica, balzaciana. La querella entre lo antiguo y lo moderno, donde las pasiones se caldean hasta los extremos, las razones fútiles, las rencillas entre hombres y mujeres, los encuentros fronterizos, los argumentos que esgrimen los bandos sociales, el artificio y la belleza del desierto piurano, los espíritus superficiales ahogados en el olvido, pero recuperados en la memoria increíble del narrador furtivo, un tiempo de violencia: recuperado por  este gran novelista que es Miguel Gutiérrez.  Las violentas escaramuzas en torno a problemas tribuales y triviales, que por momentos parecen derrotas individuales,  que nos vuelven la mirada hacia Martín Villar, donde Cangará: bien podría ser el único lugar del mundo después del diluvio, la “terra nostra” piurana (por elucidar  algo del novelístico epicentro de Carlos Fuentes).     

                

(Publicado en la Revista Siete Vientos N- 28)

noviembre 10, 2015

EL “XIV BAQUERIZO” SE REALIZÓ CON ÉXITO EN SECHURA

EL “XIV BAQUERIZO” SE REALIZÓ CON ÉXITO EN SECHURA



El Dr, Armando Arévalo, Alcalde de Sechura, en el XIV Baquerizo:

“Sechura como la capital de la cultura” en el norte peruano.  



Inaguración del XIV Baquerizo


Desde el jueves 05 hasta el domingo 08 de noviembre se desarrolló  el “XIV Baquerizo” en las instalaciones de la Municipalidad de Sechura y en la Plaza Mayor de dicha ciudad, desde las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche, con ingreso libre.  Sechura fue  visitada por más de un centenar de escritores, poetas, cineastas, profesionales del mundo académico en literatura que expusieron  en colegios e institutos educativos de la provincia diversas ponencias y recitales.  Hubo  también para el público en general funciones de teatro, música, feria de libros, festival de cine, y por supuesto, las conferencias y ponencias sobre literatura realizadas por los escritores visitantes. 

Lo atractivo de este “XIV Baquerizo” para el interés del público piurano y sechurano es que estuvieron  presentes los escritores amazónicos Roger Rumrrill, Manuel Marticorena y otros, expertos en literatura amazónica.  Como sabemos el Desierto de Sechura tuvo una relación costa-sierra-selva, en el pasado, por los estudios de los arqueólogos Mercedes Cárdenas y Carlos Milla,  siguiendo la ruta: el paso de Porculla, el río Olmos, y la Quebrada de Cascal, intercambio que explica la relación de la lengua “sec” con la amazonia. 

Vino una delegación de escritores de México, Colombia, Argentina y Ecuador, entre los que destacan escritores como Rafael Brindis (de Chiapas), Graciela Gómez (de Oaxaca), y Carlos Rojas González (de Guayaquil).

Hubo un festival de cine donde participó el cineasta Federico García con su película “Túpac Amaru” con una conferencia  acerca del personaje de la película  realizada por Pilar Roca, el publicó participo con innumerables preguntas con mucho entusiasmo (despertado entre los asistentes) que aplaudió la obra cinematográfica.


Escritores de Piura y Sechura en el XIV Baquerizo


Entre los escritores nacionales que participaron y fueron escuchados atentamente y con admiración por el público estuvieron: Armando Arteaga, Bernardo Álvarez, Marcela Cornejo, Rolando Mandujano, Rolando Sifuentes, Blecquer Alarcón,  Néstor Espinoza, Efer Soto, Jorge Roncal, Darío Vásquez, Walter Cier, Santos Burgos  y Luis Zumaita.  Entre los escritores piuranos destacan su presencia: Eduardo Borrero, Sigifredo Burneo, Fernando Casanova, Ricardo Parra, Houdini Guerrero, Gregorio Maza, Ruth Hurtado, Teodoro Alzamora, Carlos Espinoza, Roqe Ramírez, Jorge Tume, Jaky García, Bertha Herrera y Gonzalo Higueras.  Lo mismo  una nutrida embajada del Frente Popular de Escritores del Ecuador y estudiantes de la Universidad de Ucayali. 

En la muestra de pintura, destacan pintores lojanos y piuranos, entre otros: Marita Palomino, Nelson Castañeda, José Carlos Espinoza; lo mismo que una muestra de arte “graffitti” en un muro callejero desarrollado por José Carlos Espinoza y su hermano. La Sinfónica de Sechura ofreció un concierto en el auditorio Municipal. 

La inauguración del “XIV Baquerizo” estuvo  a cargo del Alcalde de Sechura, Dr. Armando Arévalo y sus regidores, donde se celebró  la universalidad y la piuranidad del hombre sechurano, y se destacó el esfuerzo de su gestión municipal por convertir a  “Sechura como la capital de la cultura” en el norte peruano.  

Se rindió  un efusivo homenaje a los escritores sechuranos  y piuranos que partieron a la gloria y que ya están en el parnaso literario: Jorge Moscol, Feliz Puescas, Antonio Rumiche y Víctor Borrero.  Lo mismo, a los destacados escritores actuales sechuranos: Santos Liborio Fiestas y Eugenio Amaya.  

La feria del libro llevó el nombre del escritor Don Gilberto Vegas Núñez, escritor sechurano-ayabaquino, que recibió  el homenaje, en vida, de sus autoridades y de su pueblo: en esta Feria participaron jóvenes editores con sus respectivas ediciones. La fiesta de la literatura y la poesía se vivó todo  este fin de  semana en Sechura. 

(El Chilalo-Prensa).



Gracias Sechura!

                                                                     


octubre 25, 2015

COLECTIVA EXPOSICIÓN DE PINTURA PINTORES PERUANOS Y PIURANOS*

COLECTIVA EXPOSICIÓN DE PINTURA
         PINTORES PERUANOS Y PIURANOS*

            *Dibujo de Genaro Martínez Silva




Presentación



Piura es tierra de pintores, la luz solar es su principal aliado, los paisajes diversos y de contrastes,  ayudan a expresar el color y las formas. López Albújar se refiere a “El sol piurano” como el artífice de esta hazaña de la luz y el color, las formas y los vaivenes de los algarrobos y las arenas, el mar, su gente como el exponente de una cultura viva: “La mitad de lo que se hace es obra del sol: los cuadros rembradtnescos de Merino, las épicas hazañas de Grau, los rasgos de valor temerario de La Cotera, la vida borrascosa y romancera de Montero, el marino, las audacias pictóricas de Montero, el pintor, el lirismo ardiente de Carlos Augusto Salaverry…El sol piurano estuvo en el alma de todos estos hombres; en los colores de sus telas, en el heroísmo de sus hazañas, en el romanticismo de sus vidas, en el acento de sus cantos, en el ideal de sus pensamientos…”
Citando pintores piuranos podemos decir los nombres de varios del  renombre de Ignacio Merino, Luis Montero, Felipe Cossío del Pomar. Pero,  también Antonio Maro, Víctor Delfín, Genaro Martínez Silva, Félix Rebolledo, entre otros.  Los nombres siguen: Arcadio Boyer (Máncora), Jorge Vega y Néstor Yarleque (Catacaos), Teófilo y Oscar Aquino, Francisco Cienfuegos, Lelis Rebolledo, y hacemos una mención especial de Teodoro Ayala (Sechura).  Recordar a Juan Acha  (Sullana) como uno de los críticos más importantes de la pintura latinoamericana.
 Esta muestra Colectiva Exposición de Pintura (Pintores Peruanos y Piuranos) es un discreto homenaje a Genaro Martínez Silva, en el marco de este “XIV Baquerizo”.  Se han sumado a esta fiesta del color: Virgilio Gómez (México), Marita Palomino, Nelson Castañeda, José Carlos Espinoza Robles, y Teodoro Ayala, entre otros pintores.  Muestra abierta a todos los conceptos de la pintura. Agradeciendo al Gremio de Escritores del Perú y a la Municipalidad de Sechura por el auspicio.

ARMANDO ARTEAGA


XIV BAQUERIZO/ SECHURA-PIURA
Del  04-08 Noviembre

COLECTIVA
EXPOSICIÓN DE PINTURA
PINTORES PERUANOS Y PIURANOS

MARITA PALOMINO
(Curadora)
Pintores:
VIRGILIO GÓMEZ
MARITA PALOMINO
NELSÓN CASTAÑEDA
JOSÉ CARLOS ESPINOZA ROBLES
TEODORO AYALA
Y OTROS PINTORES
GREMIO DE ESCRITORES DEL PERÚ
MUNICIPALIDAD DE SECHURA-PIURA
 XIV BAQUERIZO/ SECHURA-PIURA
Del  04-08 Noviembre

octubre 14, 2015

Xavier Villaurrutia

Xavier Villaurrutia 
México (1903-1950)





DÉCIMA MUERTE

¡Qué prueba de la existencia
habrá mayor que la suerte
de estar viviendo sin verte 
y muriendo en tu presencia!
Esta lúcida conciencia
de amar a lo nunca visto
y de esperar lo imprevisto;
este caer sin llegar
es la angustia de pensar
que puesto que muero existo.

Si en todas partes estás,
en el agua y en la tierra,
en el aire que me encierra
y en el incendio voraz;
y si a todas partes vas
conmigo en el pensamiento,
en el soplo de mi aliento
y en mi sangre confundida
¿no serás, Muerte, en mi vida,
agua, fuego, polvo y viento?

Si tienes manos, que sean
de un tacto sutil y blando
apenas sensible cuando
anestesiado me crean;
y que tus ojos me vean
sin mirarme, de tal suerte
que nada me desconcierte
ni tu vista ni tu roce,
para no sentir un goce
ni un dolor contigo, Muerte.

Por caminos ignorados,
por hendiduras secretas,
por las misteriosas vetas
de troncos recién cortados
te ven mis ojos cerrados
entrar en mi alcoba oscura
a convertir mi envoltura
opaca, febril, cambiante,
luminosa, eterna y pura,
en materia de diamante.

No duermo para que al verte
llegar lenta y apagada,
para que al oír pausada
tu voz que silencios vierte,
para que al tocar la nada
que envuelve tu cuerpo yerto,
para que a tu olor desierto
pueda, sin sombra de sueño,
saber quede ti me adueño,
sentir que muero despierto.

La aguja del instantero
recorrerá su cuadrante,
todo cabrá en un instante
del espacio verdadero
que, ancho, profundo y señero,
será clásico a tu paso
de modo que el tiempo cierto
prolongará nuestro abrazo
y será posible acaso,
vivir después de haber muerto.

En el roce, en el contacto,
en la inefable delicia
de la suprema caricia
que desemboca en el acto,
hay el misterioso pacto
del espasmo delirante
en que un cielo alucinante
y un infierno de agonía
se funden cuando eres mía
y soy tuyo en un instante.

Hasta en la ausencia estás viva:
porque te encuentro en el hueco
de una forma y en el eco
de una nota fugitiva;
porque en mi propia saliva
fundes tu sabor sombrío,
y a cambio de lo que es mío
me dejas sólo el temor
de hallar hasta en el sabor
la presencia del vacío.

Si te llevo en mí prendida
y te acaricio y escondo;
si te alimento en el fondo
de mi más secreta herida;
si mi muerte te da vida
y goce mi frenesí
¡qué será, Muerte, de ti
cuando al salir yo del mundo,
deshecho el nudo profundo,
tengas que salir de mí?

En vano amenazas, Muerte,
cerrar la boca a mi herida
y poner fin a mi vida
con una palabra inerte.
¡Qué puedo pensar al verte,
si en mi angustia verdadera
tuve que violar la espera;
si en la vista de tu tardanza
para llenar mi esperanza
no hay hora en que yo no muera!

Xavier Villaurrutia ,México (1903-1950)

septiembre 17, 2015

EL “XIV BAQUERIZO” SE REALIZARA EN SECHURA

NOTA DE PRENSA

EL “XIV BAQUERIZO” SE REALIZARA EN SECHURA

Armando Arteaga


En la primera semana del mes de noviembre de este año, se realizará en Sechura-Piura  el XIV Encuentro de Escritores “Manuel Jesús Baquerizo”.  Entre los días 04 al 08 de noviembre, Sechura será visitada por tres centenares de escritores, intelectuales, artistas plásticos,  actores y cineastas, profesores de literatura, lo mismo que por alumnos de colegios y estudiantes universitarios de diversos institutos superiores y universidades del país, y en especial de las más diversas provincias de las regiones de La Libertad, Cajamarca, Amazonas, Tumbes, Lambayeque, y del vecino país norteño de Ecuador: la presencia de delegaciones tanto de las poblaciones ecuatorianas de Loja, Guayaquil, Zamora y Cuenca, ya han asegurado su participación en dicho evento de gran repercusión cultural, lo mismo que un grupo de escritores mexicanos.   
Desde hace catorce años los Encuentros de Escritores “Manuel Jesús Baquerizo Baquerizo” se realizan en diversas ciudades del país, y desde hace varios años también tiene un nivel internacional, asisten a presentar sus ponencias escritores de gran reconocimiento por su trayectoria y divulgación de sus obras literarias, que en el caso de nuestras región,   el publico piurano ya conoce por haberse realizado el año pasado el anterior evento cultural en Chulucanas con mucho éxito. 




El XIV Baquerizo esta vez está auspiciado por la Municipalidad Provincial de Sechura y el Gremio de Escritores del Perú: Los escritores darán charlas, conferencias y recitales en los diversos colegios de los distritos que conforman la provincia de Sechura, platicaran con los docentes de las asignaturas de literatura, arte y “personal social”, habrán mesas de debates y conferencias, y divulgación de ponencias que presentaran los escritores invitados.  Paralelo a este acontecimiento cultural habrá exposición de pinturas, obras de teatro, feria de libros,  y un festival de cine para el público en general con ingreso libre.   Se entregaran certificados a los estudiantes y profesores asistentes. 

El XIV Baquerizo en Sechura, tendrá en homenajes en su “podio de honor” a los escritores piuranos Jorge Eduardo Moscol Urbina-JEMU (destacado periodista, autor de “Cuentos Sechuras”), a  Félix Puescas Montero (poeta sechurano que publicó su libro “La lámpara única”), a Antonio Rumiche Ayala (escritor sechurano, autor de “Potales sechuranos”), y a Víctor Borrero Vargas (Sullana, uno de los más sobresaliente narradores piuranos, autor de “Cuentos tallanes”).  Habrán “conferencias maestras” de registro académico dedicadas a valorar las obras literarias de escritores de nuestra región como Edmundo Cornejo Ubillus (Huancabamba, autor de “Paisana”), Raúl Esturado Cornejo Agurto (Morropón, autor de “Horizontes del sol”), a Teodoro Alzamora  (Tambograndino, autor de “Froilán Alama, la leyenda”), a Eduardo Borrero Vargas (Sullana, autor de “Cuando el cielo se tiño de rojo y otras leyendas tallanes”), y a Gloria Reneé Burneo Seminario (poetisa talareña, autora de “Sentimientos Humanos y “Vivencias Humana”).  Entre los invitados sobresaldrá  también la presencia en este evento de reconocidos  escritores como Eduardo Gonzales Viaña, Miguel Gutiérrez, Cromwell Jara y Marco Martos, quienes (por confirmar) alternaran con escritores, cineastas, compositores y artistas del nivel de  Federico García, Pilar Roca, Leo Casas, Néstor Espinoza, Zelideth Chávez, y Luis Yáñez, y otros noveles y jóvenes escritores peruanos, que con mucho entusiasmo estuvieron presentes en la conferencia de prensa  en Lima (en la Asociación Guadalupana) del lanzamiento oficial del  XIV Baquerizo, donde también estuvo presente Sonia Baquerizo, hija del escritor que lleva el nombre del evento.

En la conferencia de prensa del lanzamiento oficial del XIV Baquerizo se presentó el libro de Manuel Jesús Baquerizo “Desdoblando El Paisaje.  Proceso de la literatura desde el mundo andino Peruano” (Estudio y recopilación de Jesús Cabel); trabajo donde Jorge Roncal destaca la figura intelectual del maestro y critico literario: “Manuel Jesús Baquerizo es, sin duda, una de las mentes más lucidas del  Perú contemporáneo.  Desde la etapa de la formación académica, transcurrida en Lima, luego su estadía en Ayacucho y su prolongada residencia en su tierra, Huancayo,   M. J. Baquerizo construyó una aventura intelectual enraizada profundamente con la historia, el presente y el futuro del pueblo y la nación peruanos.  Su proyecto estuvo orientado a visualizar las expresiones culturales, artísticas y literarias escamoteadas por el canon hegemónico, no solo de la región central  sino de todo el país, para lo cual se sirvió de todos los instrumentos  teóricos, metodológicos y culturales  fundamentales: el estudio, la investigación y la interpretación de los procesos culturales; la difusión y promoción de las expresiones culturales y en particular literarias, a través de publicaciones culturales y el impulso de certámenes de debate y divulgación: coloquios, encuentros, jornadas, congresos, etc”.

Por lo tanto, la Municipalidad  Provincial de Sechura y el Gremio de Escritores del Perú, esperan que todos ustedes visiten Sechura, la primera semana de noviembre de este año, donde se realizara este gran evento cultural para beneplácito de los piuranos y todo el país. 








septiembre 02, 2015

POEMAS DE ENRIQUE MOLINA

POEMAS DE ENRIQUE MOLINA



Adiós

Un día más, sólo un minuto más, para estar vivo
y despedirme de cuanto amé.
Para decir adiós a las cosas que vi y toqué mientras moría
desde el instante mismo en que nací.
Y vino el niño con el premio que sacó en el colegio por su
sabiduría,
y el ala de la gaviota golpeando en lo infinito con su vuelo,
vino la cabellera derramada y el rostro de la misteriosa
mujer que estuvo a mi lado, en el lecho, sin que yo lo supiera,
y el río con su lenta corriente musculosa
a través de cada mueble, cada objeto y cada gesto
de quien me ve parir, ¡oh Dios mío!

Un instante más aún en el suelo que pisé,
en el aire de mi respiración
sofocada por el amor, en los vestigios de la pasión,
con cuanto -mosca o sol- me deslumbró en este extraño
planeta, donde perdure año tras año, presintiendo
este límite de espumas, este revuelto torbellino
de la despedida, yo, que tanto fui deslumbrado
por centelleante atracción de la tierra,
por cuanto fue caricia o solamente un espejismo del mundo
es mi destino.

Así, pues, despidiéndome de los caballos, de la canoa,
los pájaros, el gato y sus costumbres. Déjame
una vez más mirar las flores y la lluvia. Es éste
el trágico instante en que uno descubre
el delirio misterioso de las cosas, sus raíces secretas,
el instante supremo de decir adiós.
a cuanto se adoró en esta vida.


Algún vestigio de tu paso

La dulzura de recordar el sol en la espiral del sueño
y el vano poder de haber ido tan lejos.

Es tan extraño perdurar, oír aún
la grave letanía de los huesos y el hechizo del mundo.

Déjame ver, déjame ver:
alguien me condujo hasta aquí y se oculta,

cubierto de grandes praderas, de climas,
refugios baldíos, luces que brillan

en el faro donde la tierra termina.
Salido de lugares inciertos, de trópicos y lluvias,

voraz como fuego, intruso,
la huella de sus dientes y sus besos en la manzana.

¿De quién es ese rostro desconocido entrevisto
donde se pierde? Es incierto y ansioso

extraviado en la fábula oscura de mi vida.
Adiós, sombra mía.


 
Alta marea

Cuando un hombre y una mujer que se han amado se separan
se yergue como una cobra de oro el canto ardiente del orgullo
la errónea maravilla de sus noches de amor
las constelaciones pasionales
los arrebatos de su indómito viaje sus risas a través de las piedras 
                 sus plegarias y cóleras
sus dramas de secretas injurias enterradas
sus maquinaciones perversas las cacerías y disputas
el oscuro relámpago humano que aprisionó un instante el furor 
                de sus cuerpos con el lazo fulmíneo de las antípodas
los lechos a la deriva en el oleaje de gasa de los sueños
la mirada de pulpo de la memoria
los estremecimientos de una vieja leyenda cubierta de pronto 
                con la palidez de la tristeza y todos los gestos del abandono
dos o tres libros y una camisa en una maleta
llueve y el tren desliza un espejo frenético por los rieles de
                la tormenta
el hotel da al mar
tanto sitio ilusorio tanto lugar de no llegar nunca
tanto trajín de gentes circulando con objetos inútiles o 
enfundadas en ropas polvorientas
pasan cementerios de pájaros
cabezas actitudes montañas alcoholes y contrabandos informes
cada noche cuando te desvestías
la sombra de tu cuerpo desnudo crecía sobre los muros hasta el techo
los enormes roperos crujían en las habitaciones inundadas
puertas desconocidas rostros vírgenes
los desastres imprecisos los deslumbramientos de la aventura
siempre a punto de partir
siempre esperando el desenlace
la cabeza sobre el tajo
el corazón hechizado por la amenaza tantálica del mundo

Y ese reguero de sangre
un continente sumergido en cuya boca aún hierve la espuma de los
               días indefensos bajo el soplo del sol
el nudo de los cuerpos constelados por un fulgor de lentejuelas
               insaciables
esos labios besados en otro país en otra raza en otro planeta en otro
               cielo en otro infierno
regresaba en un barco
una ciudad se aproximaba a la borda con su peso de sal como un
               enorme galápago
todavía las alucinaciones del puente y el sufrimiento del trabajo
               marítimo con el desplomado trono de las olas y el árbol 
               de la hélice que pasaba justamente bajo mi cucheta
éste es el mundo desmedido el mundo sin reemplazo el mundo
               desesperado como una fiesta en su huracán de estrellas
pero no hay piedad para mí
ni el sol ni el mar ni la loca pocilga de los puertos
ni la sabiduría de la noche a la que oigo cantar por la boca de las
               aguas y de los campos con las violencias de este planeta 
               que nos pertenece y se nos escapa
entonces tú estabas al final
esperando en el muelle mientras el viento me devolvía a tus brazos
               como un pájaro
en la proa lanzaron el cordel con la bola de plomo en la punta y el
               cabo de Manila fue recogido
todo termina
los viajes y el amor
nada termina
ni viajes ni amor ni olvido ni avidez
todo despierta nuevamente con la tensión mortal de la bestia que
               acecha en el sol de su instinto
todo vuelve a su crimen como un alma encadenada a su dicha y
               a sus muertos
todo fulgura como un guijarro de Dios sobre la playa
unos labios lavados por el diluvio y queda atrás
el halo de la lámpara el dormitorio arrasado por la vehemencia 
               del verano y el remolino de las hojas sobre las sábanas vacías
y una vez más una zarpa de fuego se apoya en el corazón de su presa
en este Nuevo Mundo confuso abierto en todas direcciones
donde la furia y la pasión se mezclan al polen del Paraíso
y otra vez la tierra despliega sus alas y arde de sed intacta y sin raíces
cuando un hombre y una mujer que se han amado se separan.


Amantes antípodas

Itinerarios

Tu cuerpo y el lazo de seda rústica que conduce a las plantaciones
     de la costa
al sudor de tu cabellera quemada por las nubes
a los instantes inolvidables
-tantas mutaciones de nómada y de clandestinidad
tantos homenajes a una belleza salvaje
que exige el desorden-
                               ¡oh raza de labios de abandono
hechizada por la vehemencia!
y nuestra fuerza de profundos besos y tormentas
para el infierno de los amantes
hasta volver a su placer fantasma
a su ola de hierro de ayer detrás del mundo!

Aquellos hoteles...
Todas las rampas de la vida cambiante
la velocidad del amor el mágico filtro de la excomunión
la hambrienta luz del desencuentro en nuestras venas de azote
cartas desamparadas antiguas prosas de la noche de los abrazos
y el solitario frenesí de las palmeras
                                cuando en la ausencia
creciendo hacia mi pecho el fondo de la tierra me devuelve de golpe
                                todas nuestras caricias
el nudo furioso de la pasión en las negras argollas del tiempo
aquellos moblajes de desvalijamiento y de lluvias
luz de senos en el mar y sus gaviotas y músicas
sobre un altar de desunión con grandes lunas fascinantes sin más
                                pradera que tus ojos
país incorruptible
país narcótico

con risas del alcohol del viento
y tu pelo sobre mi cara
y las cálidas bestias doradas por el trópico
y el jadeo abrasador de la ola que vuelca en tu corazón su grito
                               de espasmo y de caída
y de nuevo esos lugares intactos para el sol
y de nuevo esos cuerpos ilesos para el amor
en medio del perezoso meteoro del día
levantando hacia el alma aquel esplendor
los paroxismos el lecho de las dunas y de la corriente con sus besos
     en marcha
y las tareas de los amantes mientras la llamarada de la muerte brillaba
     alrededor de sus cuerpos
como un afrodisíaco
avivando el deseo
el hambre
¡aquella furia de ayer detrás del mundo!


 
Despedida

¡Adiós pájaro definitivo!
Continuarás tu vuelo en mi alma

sin entenderme, pero conmigo.
Es tan bello este día invernal,

hay tanta distancia en tus alas:
lo que vuela contigo es el cielo.

¿Qué podría decir de mí?
¿Qué podría decir en sueños?

Casa pintada de rojo, con un gato,
la ropa tendida en la azotea:

¿quién abrirá la puerta si desapareció
con sus flores, lámparas y muebles,

los amigos que la frecuentaban,
conversaciones, una historia melancólica

y un poco imprecisa. ¿Cuándo terminó?
¿Quién sabe nunca lo que ha amado?

Hay como un resplandor en torno. ¡Adiós
pájaro más profundo que el cielo!

 

El lugar del principio

La casa está perdida en un jardín
o un jardín esconde en su garganta el hogar que
vivimos,
lenguaje elemental,
                                       laberinto de piedra,
las ramas de los árboles que abrazan
a ese mundo herido en el costado.
A veces el jardín respira y deja ver
esas paredes que alguna vez fueron de luz.
A veces inventan un mundo sin saber
que no se entra jamás,
que hay que permanecer afuera de la Historia.

La casa está perdida en unos ojos que nunca más veré.
La casa está perdida en esa misma casa.
La casa es una pérdida constante
en cualquier jardín.

La casa es un jardín perdido
en el lugar de la memoria.


El erotismo y las gaviotas

Ahora pido evidencias, certidumbres.

En mi extraño escenario, pasiones y las aves remotas,
surgen paraderos, lugares troncos, idilios,
el sol está partido en dos por la avidez,
mutaciones y la pescadería donde la muerte brilla con escamas,
al borde de la ruta, después de las represas salineras.
La mujer del azar se contempla en su espejo,
con sensuales bucles, en el oscuro bosque de su amor,
flexible y voraz, su cuerpo regido por la luna
se alzó sobre el viento y el cielo,
lejano como estrellas, pero sólo después
vacilaciones, dudas y reproches
para una triste crónica donde ríe la mosca
en la edad triturada.
Reminiscentes caricias flotantes entre adioses
hacen temblar las cosas con un ardor irónico.
                                                     ¿Pero entonces
tampoco existió el fuego,
el mundo relatado por una voz querida?
Parejos amantes, a ciegas en la ira y el esplendor del tiempo,
el mozo del hotel recogió las maletas,
de ciudad en ciudad, de idioma en idioma, en medio de rostros
          movedizos.
Al despertar aparecía el fantasma;
                                           sonriente,
con senos de una melosa consistencia, con dientes brillantes,
insistente y perfumado en la cálida atmósfera,
se tendía en la playa con languidez, hablaba de las pequeñas cosas
          del día,
volando en torno a mi alma con la luz de los mares,
(con el sabor del whisky, hacia el cuerpo del hombre.
                                                          ¿No hay un guijarro entonces,
una naranja, un puñado de arena
que reclame la herencia sin destino del sueño y el olvido?

Has oído el exaltante chasquido del agua
como una boca que rememora de muy lejos,
inmensidad y huesos lavados por el sol,
brillando y ondulando y salpicando las rocas,
un solo instante, un suspiro y las nubes vacías.

Y ahora, por Dios, nada de imprecisiones,
                                           el viento,
sobre la mesa revientan espumas, los muros no existen,
                                           el viento,
las gaviotas exhalan su graznido en el pálido extremo del día,
ella se esfuma en la terraza con su copa y un lento cigarrillo en los
     labios,
                                           el viento,
los rostros son ahora más tensos, desaparecen de golpe,
nadie responde, hay un orden extraño, fuera de lugar,
                                           el viento,
la costa, la noche, zonas espléndidas y asesinas,
sólo el viento, el viento con sus garras equívocas.


Elegía

Esos cuerpos que alguna vez latieron en mis brazos

cuando el sol era un lento reverbero en su piel,
cuando sus cabelleras se volcaban como oleadas de fiebre y de nostalgia,
ahora perduran sólo como una vibración
o una angustia indeleble en el fondo del alma
mientras va la gaviota por las playas.
Relucen ya tan lejos llenos de tentaciones desesperadas,
se irisan en la espuma del mar,
llaman con el recuerdo de su piel y su aliento
y vuelven a hechizarnos como lagos dormidos
o tibias sombras prisioneras de la tierra.

Fueron cuanto tuvimos de más ardiente y hondo
-los dones más intensos de este mundo-,
arrasaron al corazón con las más altas llamas
hasta dejarnos en un ciego abandono
a orillas de su huella de brasas invisibles.

Cuerpos enamorados que una vez fueron míos,
palpitando con sus tiernas reverberaciones,
con la inolvidable tersura de sus espaldas
y sus bocas ansiosas, sus muslos de esplendor y mediodía.

Así abrieron de par en par el mundo,
llamaron a la tormenta y al relámpago, se deslizaron
por todos los rituales de la pasión,
y fueron arrastrados por la vorágine de los días
hasta perderse silenciosamente
como todos los dones más altos de esta vida
en el voraz horizonte donde nos extraviamos como niños errantes,
como todas las dádivas para siempre fugaces
que el azar y el destino nos dieron un instante.


Joven desierto

Cuando llega la noche y solitario torno
a mi grisáceo lecho, como a una madriguera
donde, cual una amante fiel, la desesperanza contra mi pecho sube
con guirnaldas de meses calcinados, 

lloro, entre mi espléndida y vana anatomía,
como una rama balanceada por un triste viento,
apenas verdadera entre lujuria y olvido
y la luz que desprenden los contornos del día,
cuya fúlgida barca tanto ha costado despedir
una vez más, una vez más, entre los hombres. 

¡Oh, armonía, oh juventud necesaria para el aire!
Solo, entre las sombras que se persiguen como pájaros,
y el son distante del viento en los tejados.
Ya el tiempo es evidente, y en él beben mis venas,
con milenaria sed, a grandes sorbos, sin amparo. 

 

Las cosas y el delirio mientras corren los grandes días

Arde en las cosas un terror antiguo, un profundo y secreto soplo,
un ácido orgulloso y sombrío que llena las piedras de grandes
     agujeros,
y torna crueles las húmedas manzanas, los árboles que el sol
     consagró;
las lluvias entretejidas a los largos cabellos con salvajes perfumes
y su blanda y ondeante música;
los ropajes y los vanos objetos; la tierna madera dolorosa en los
     tensos violines
y honrada y sumisa en la paciente mesa, en el infausto ataúd,
a cuyo alrededor los ángeles impasibles y justos se reúnen a recoger
     su parte de muerte;
las frutas de yeso y la íntima lámpara donde el atardecer se condensa,
y los vestidos caen como un seco follaje a los pies de la mujer
     desnudándose,
abriéndose en quietos círculos en torno a sus tobillos como un
     espeso estanque
sobre el que la noche flamea y se ahonda, recogiendo ese cuerpo
     melodioso,
arrastrando las sombras tras los cristales y los sueños tras
     los semblantes dormidos;
en tanto, junto a la tibia habitación, el desolado viento plañe
     bajo las hojas de la hiedra.
¡Oh Tiempo! ¡Oh, enredadera pálida! ¡Oh, sagrada fatiga de vivir...!
Oh, estéril lumbre que en mi carne luchas! Tus puras hebras trepan
     por mis huesos,
envolviendo mis vértebras tu espuma de suave ondular.
Y así, a través de los rostros apacibles, del invariable giro del Verano,
a través de los muebles inmóviles y mansos, de las canciones
     de alegre esplendor,
todo habla al absorto e indefenso testigo, a las postreras sombras
     trepadoras,
de su incierta partida, de las manos transformándose en la gramilla
     estival.
Entonces mi corazón lleno de idolatría se despierta temblando,
como el que sueña que la sombra entra en él y su adorable carne
     se licúa
a un son lento y dulzón, poblado de flotantes animales y neblinas,
y pasa la yema de sus dedos por sus cejas, comprueba de nuevo
sus labios y mira una vez más sus desiertas rodillas,
acariciando en torno sus riquezas, sin penetrar su secreto,
mientras corren los grandes días sobre la tierra inmutable.


Las nubes no retornan

La memoria de la ola
flota dispersa en la costa baldía.
escucha ahora, vagabundo acechante, entre el vino
                                                    descolorido y la noche.
¿Y quién puede dormir?
El zumbido no cesa en el salón de las moscas.

La memoria de la ola,
la memoria del amor
te confiesa que nunca te susurró al oído su verdad.
Sólo el rumor del puerto,
pies que se alejan pisando sobre conchillas,
el lugar es oscuro
y alguien me sopla su aliento en la cara
o sólo el rudo olor del mar.

El lugar ha desaparecido.
Nada más que esa gente alrededor de la olla
donde algo se cocina lentamente.
Inútil que tiendas tu plano,
los invitados esperan el momento del festín,
unas mujeres ponen la mesa
en el fondo de la inundación,
otras ajustan la clavija en el cráneo.

La memoria de la ola:
el blanco esqueleto del pez
junto a la barca abandonada.

Lo que trae, lo que lleva,
lo que no llegó nunca.

De "El ala de la gaviota"


Poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1910.
Su espíritu aventurero lo llevó a vivir una vida intensa como tripulante de barcos mercantes en el Caribe 
y Europa, experiencia que le sirvió para dotar con un carácter universal su expresión artística tanto en la poesía 
como en la pintura. 
Identificado con las ideas y los fines del movimiento surrealista, fundó en 1952, con Aldo Pellegrini, la revista 
A partir de cero
.
Considerado como uno de los más importantes poetas de Latinoamérica, obtuvo importantes galardones, entre los 
que merece destacarse el Gran Premio Fondo Nacional de las Artes 1992.
Su obra está contenida en las siguientes publicaciones: «Las cosas y el delirio» en 1941, «Pasiones terrestres» en 1946, 
«Costumbres errantes o la redondez de la tierra» en 1951, «Amantes antípodas» en 1961, «Fuego libre» en 1962, 
«Las bellas furias» en 1966, «Monzón Napalm» en 1968, «Los últimos soles» en 1980 y  «El ala de la gaviota» en 1985. 
Falleció en Buenos Aires en 1997.


 

agosto 11, 2015

CONTEMPLACIÓN / ARMANDO ARTEAGA






CONTEMPLACIÓN / ARMANDO ARTEAGA


El dorso
El dorso
El cuerpo femenino
La nalga
El puerto
El viento
Entre tus piernas
Tu sexo
Alado de gaviotas
Una herida
La flor negra
Tú no existes
Difícilmente
Tú no existes
Pradera inmensa
Una ciudad
Espacio
Cadencias
Hembra que duerme
Dunas
Placeres terminales
Rostro limpio
Montaña desnuda
Playa azul
La vida es así
Página tras página
Desnuda
La ciudad
El sueño
Y el otro sueño
Desnuda
Solitaria



 Poema publicado en "10 Aves Raras de la Poesía Peruana"














agosto 02, 2015

Poemas de Isaac Felipe Azofeifa Bolaños


Poemas de Isaac Felipe Azofeifa Bolaños






SE OYE VENIR LA LLUVIA


La casa de mi infancia es de barro del suelo a la teja,
y de maderas apenas descuajadas, que en otro tiempo obedecieron
hachas y azuelas en los cercanos bosques.
El gran filtro de piedra vierte en ella, tan grande,
su agua de fresca sombra.
Yo amo su silencio, que el fiel reloj del comedor vigila.
Me escondo en los muebles inmensos.
Abro la despensa para asustarme un poco
del tragaluz, que hace oscuros los rincones.
Corro aventuras inauditas cuando entro
en el huerto cerrado que me está prohibido.
En la penumbra de la tarde, que va cayendo lenta
sobre el mundo, el grillo del hogar canta de pronto,
y su estribillo triste riega en el aire quieto,
paz y sueño sabrosos.

Cuando venían las lluvias miraba los largos aguaceros
desde el ancho cajón de las ventanas.
Nunca huele a tierra tanto como esa tarde.
Se oye la lluvia primero en el aire venir como un gigante
que se demora, lento, se detiene y no llega,
y luego, están ahí sus pies sobre las hojas, tamborileando,
rápidos, mojando,
y lavando sus manos deprisa, tan deprisa, los árboles,
el césped, los arroyos,
los alambres, los techos, las canoas.

Pero también su llanto desolado,
su sinrazón de ser triste, su acabarse de pronto,
sin objeto ni adiós,
para siempre en mi infancia, para siempre.

Llueve en mi alma ahora, como entonces.




AL ALBA SIEMPRE


El alba es un camino.
Por el alba se llega a la dulzura.
El aviso general de los gallos abre a la luz las puertas de la tierra.

El aire reparte una casta voz de campanas.
Un trino de pájaro rompe el cristal del cielo y riega
el silencio fresco de la madrugada.
El árbol duerme vuelto hacia sí mismo.
Tú, mi fiel compañía, dices
palabras irreales para salvar el sueño
que se aleja en el agua sutil de la noche.
Despierta tiritando en el vacío
un ángel retardado.
Un fantasma, una sombra, un soplo, nada.
Y amanece.

Vida, mi vida, al alba siempre.


Isaac Felipe Azofeifa Bolaños
(Santo Domingo de Heredia, Costa Rica 11 de abril de 1909 - San José, 3 de abril de 1997) fue uno de los más importantes intelectuales costarricenses.
Se dedicó a la poesía, a la crítica literaria, a la docencia y a la política y en todos estos campos dejó una huella indeleble e imperecedera. Como poeta, Azofeifa cantó al amor, al erotismo, a la mujer, al dolor del prójimo y a las tribulaciones del mundo. Por eso, se le ha considerado como el poeta más importante del siglo XX en su país. Azofeifa fue además docente, primero en el Liceo de Costa Rica y luego en la Universidad de Costa Rica, siendo parte del comité de evaluación que inició la construcción de las pruebas de admisión a dicha universidad, siendo por aquel entonces filólogo y profesor de estudios generales.