enero 21, 2021

LOS TRENES NUNCA REGRESAN





 


LOS TRENES NUNCA REGRESAN/ 

ARMANDO ARTEAGA

Me leo nuevamente.
Han pasado miles de años cuando escribí 
aquel poema.
El joven poeta le hurgaba la nariz 
a la vieja muerte.
Te leo nuevamente. 
Te escribo. 
Te amé.  No te amé, odié todas las tardes
ver tu cara en el espejo de la vida.
Había una contradicción,  entre tú y yo.
Había una lucha de diferencias.
Eramos unos extraños conocidos. 
No te hice caso, nunca
o, te hice caso?.
Pero ahora, jodes, demasiado.
Son tantos años, me aclamas 
me reclamas, 
un amor eterno,  que nunca te tuve.

Todavía recuerdo ese viejo poema 
que te escribí.

Es tuyo,  el poema. Ya no es mío. 
Lo releo, nuevamente,  como un extraño 
viajero impecable,  intratable 
insepulto,
infortunado amante,
inmarcesible ausente,
impertérrito, 
injurioso, 
lector de siempre.