Diario La Republica. Dom, 16/08/2009.
Mirando el otro margen
Por Abelardo Oquendo
Que hay una amplia producción literaria que se escribe y publica en el país, fuera de la capital, es algo que se sabe pero interesa poco o nada a la mayoría de los estudiosos de la literatura peruana. Habría que marcar ese ‘la’, como lo hace Enrique Ballón Aguirre, para poner en cuestión la propiedad del singular, dado que existen no una sino varias literaturas peruanas, como las que se expresan en lenguas nativas y las llamadas populares, a las cuales la historia y los registros oficiales desconsideran. Pero no solo esas literaturas son desatendidas entre nosotros: también aquellas que sin estar fuera del castellano ni ser mayormente ajenas al canon occidental se publican en el interior del país y no llegan al mercado limeño: las literaturas regionales.
A contrapelo de esta relación habitual entre los centros y las periferias culturales, hay quienes aplican su inteligencia y sus conocimientos al estudio de esa producción preferida y al rescate de sus valores. En el Perú el caso de Manuel Jesús Baquerizo es paradigmático en cuanto a las artes y las letras provincianas. Para honrar su memoria, proponer su ejemplo y contribuir a la continuación y expansión de su tarea se han instituido los “Encuentros Nacionales de Escritores Manuel Jesús Baquerizo”, cuya sexta realización tuvo lugar en la Casona de la Universidad de San Marcos, en el 2007. En el pasado octubre, en vísperas de VII Encuentro, un volumen editado por Arteidea dio a la luz las ponencias discutidas en el VI, bajo este título: El otro margen. La literatura peruana: una visión desde dentro.
Los siguientes son algunos de los trabajos que ese libro contiene: “La literatura puneña de fin de siglo”, por Feliciano Padilla; “Mujeres de pies descalzos: una aproximación a la narrativa de Zelideth Chávez Cuentas”, por Ana María Intili; “Literatura en la selva central”, por Helmer Tutos Aranda; “El gran mosaico literario ayacuchano”, por Samuel y Rómulo Cavero; “Cultura de Pallasca: de Diego Mejía a Santos Villa, una historia de metáforas y acordes”, por Hernando Rafael Álvarez; “Panorama literario-cultural de Coracora-Parinacocha”, por Alejandro Melgar; “Validez de las literaturas regionales. El caso de Chimbote”, por Ricardo Ayllón; “Florencio de la Sierra y el indigenismo poético piurano”, por Armando Arteaga. Una labor plausible que deberían apoyar y, mejor aún, promover y sostener las universidades del interior, que son tantas.
Mirando el otro margen
Por Abelardo Oquendo
Que hay una amplia producción literaria que se escribe y publica en el país, fuera de la capital, es algo que se sabe pero interesa poco o nada a la mayoría de los estudiosos de la literatura peruana. Habría que marcar ese ‘la’, como lo hace Enrique Ballón Aguirre, para poner en cuestión la propiedad del singular, dado que existen no una sino varias literaturas peruanas, como las que se expresan en lenguas nativas y las llamadas populares, a las cuales la historia y los registros oficiales desconsideran. Pero no solo esas literaturas son desatendidas entre nosotros: también aquellas que sin estar fuera del castellano ni ser mayormente ajenas al canon occidental se publican en el interior del país y no llegan al mercado limeño: las literaturas regionales.
A contrapelo de esta relación habitual entre los centros y las periferias culturales, hay quienes aplican su inteligencia y sus conocimientos al estudio de esa producción preferida y al rescate de sus valores. En el Perú el caso de Manuel Jesús Baquerizo es paradigmático en cuanto a las artes y las letras provincianas. Para honrar su memoria, proponer su ejemplo y contribuir a la continuación y expansión de su tarea se han instituido los “Encuentros Nacionales de Escritores Manuel Jesús Baquerizo”, cuya sexta realización tuvo lugar en la Casona de la Universidad de San Marcos, en el 2007. En el pasado octubre, en vísperas de VII Encuentro, un volumen editado por Arteidea dio a la luz las ponencias discutidas en el VI, bajo este título: El otro margen. La literatura peruana: una visión desde dentro.
Los siguientes son algunos de los trabajos que ese libro contiene: “La literatura puneña de fin de siglo”, por Feliciano Padilla; “Mujeres de pies descalzos: una aproximación a la narrativa de Zelideth Chávez Cuentas”, por Ana María Intili; “Literatura en la selva central”, por Helmer Tutos Aranda; “El gran mosaico literario ayacuchano”, por Samuel y Rómulo Cavero; “Cultura de Pallasca: de Diego Mejía a Santos Villa, una historia de metáforas y acordes”, por Hernando Rafael Álvarez; “Panorama literario-cultural de Coracora-Parinacocha”, por Alejandro Melgar; “Validez de las literaturas regionales. El caso de Chimbote”, por Ricardo Ayllón; “Florencio de la Sierra y el indigenismo poético piurano”, por Armando Arteaga. Una labor plausible que deberían apoyar y, mejor aún, promover y sostener las universidades del interior, que son tantas.