Creadores de la hermana República del Uruguay que leido con marcado interés cito a Delmira Agustini, Eduardo Galeano, Benedetti y Juan Onetti entre otros y siempre encontré en sus escritos logros literarios que de alguna manera me han servido como referentes y he apreciado el talento, la constancia y el compromiso cotidiano por eso son históricos y son escritores de valía y de resonancia mundial. Ahora he leido a la escritora Ana María Patrone que tuve la suerte de conocerla personalmente, recuerdo con mucho cariño su presencia en el I Encuentro Internacional del Arte y la Cultura “Por la integración Latino-americana”, certamen organizado en la ciudad de Trujillo en enero de 2007 por cuatro instituciones entre ellas la Casa Museo que lleva mi nombre.
Es la primera vez que comento a una narradora Uruguaya y su libro “De flores y amores”, me ha cautivado desde el inicio, sus 18 cuentos, unos breves, otros más extensos se caracterizan por la fluidez del lenguaje literario, Ana María, es una orfebre, ha demostrado buen nivel en la estructura del argumento, advierto que es una creadora innata y gran lectora, además de investigadora y gran viajera por nuestra América, sus personajes los crea en una atmósfera donde la condición humana está presente, además que es notoria la descripción del ambiente urbano donde se desarrollan sus ficciones que se fusionan con el interés de los lectores, su imaginación es desbordante, pone énfasis en la síntesis de cada historia, los protagonistas siempre son principales, es una narradora vinculada con la idiosincrasia del occidente, su propuesta es interesarnos y su propósito es internarnos a los intereses y desenlaces de sus criaturas literarias, la realidad es transformada con su original creatividad, no rehúye de la vida cotidiana, de la utopía y de los sueños, nos transmite los sentimientos y las emociones e inclusive las frustraciones de seres humanos que se enamoran y luego sienten un vacío, en sus cuentos Ana María, no ha descuidado sus esquemas personales para escribir una narrativa válida, sentida y entendida en cualquier sociedad, donde el hombre y la mujer sueñan, luchan y se sientan felices y por supuesto reciben tarde o temprano “hay golpes en la vida tan fuertes... yo no sé” y que anunciara genialmente César Vallejo en unos de sus versos más célebres.
“Flores y amores” es una obra importante en la narrativa latinoamericana, porque ha sido elaborada en primer lugar por una escritora con vocación y talento, en segundo lugar por el reconocimiento de sus lectores y de sus críticos literarios, en tercer lugar porque ha escogido temas relacionados con los habitantes urbanos de nuestra América que han heredado de alguna manera la realidad de un continente que tiene relación con el occidente, su libro sin embargo, no revela la realidad de sectores andinos y rurales de otros países que han tenido y tienen lazos históricos con las culturas ancestrales, Ana María cumple con su rol y expresa un mundo real y es auténtica porque no se limita en sus historias y más bien se adentra hacia el interior de sus personajes, los hace hablar y pensar y por supuesto los presenta con sus sentimientos y anhelos, es una narrativa del Atlántico y que enriquece nuestras lecturas, su visión es de una sociedad contemporánea que ha generado sus propios conflictos, sus triunfos y derrotas su narrativa sirve y cumple una función: nos conmueve y reflexionamos para comprender a las personas que nos rodean, nos identificamos con sus textos, por una sencilla razón, el ser humano nace para ser mejor, para ilusionarse y que puede ser dichoso, para ser solidario y trascendente y la literatura nos ayuda a conocernos, Ana María a través de sus narraciones no explica sino que manifiesta la imperfección del ser humano y la naturaleza que está presente con sus días, con sus noches, con su nieve, con sus lluvias, con las mañanas y las tardes, y el hombre que ha construido las ciudades, con sus palacios, con sus burdeles, con sus restaurantes donde la tertulia es imprescindible.
La comunicación desde su mundo interior es una característica de su narrativa, sus cuentos son un sin fin de experiencias personales y colectivas. reales o ficticias y hacen de “Flores y amores” un libro denso y sabroso para leerlo de vez en cuando, el título es metafórico y sutil y me gusta, los desengaños priman y por supuesto las realizaciones, el ser de nuestro tiempo le queda poco tiempo para salvarse, el caos contamina el espíritu y la literatura es una excelente opción para distanciarse de la indiferencia y el egoísmo que crece cada día en las grandes ciudades y un buen libro es un paraíso porque nos reencontramos con la ilusión y la esperanza.
La comunicación desde su mundo interior es una característica de su narrativa, sus cuentos son un sin fin de experiencias personales y colectivas. reales o ficticias y hacen de “Flores y amores” un libro denso y sabroso para leerlo de vez en cuando, el título es metafórico y sutil y me gusta, los desengaños priman y por supuesto las realizaciones, el ser de nuestro tiempo le queda poco tiempo para salvarse, el caos contamina el espíritu y la literatura es una excelente opción para distanciarse de la indiferencia y el egoísmo que crece cada día en las grandes ciudades y un buen libro es un paraíso porque nos reencontramos con la ilusión y la esperanza.