El secreto de Machu-Picchu
Ernesto Cardenal*
En aquel tiempo en el Cuzco había hippies.
Los indios les llamaban Huajcha hipi ("hippie pobre")
Nunca habían visto antes rubios pobres.
Era en los mejores días de la Revolución Peruana.
"Hace treinta años en esa calle se hacía trueque."
El muro incaico en la zapatería, en la cantina.
Por las aceras, llamas harapientas
como hippies o indios
también ellas como con sucios ponchos.
Y los indios parados en la plaza del Cuzco: príncipes en harapos.
Fernando nos habló de Machu-Picchu.
Su nombre casi no dice nada: "Picacho Viejo".
Era el lugar adonde huían los revolucionarios.
Antes había sido el lugar de los seleccionados.
Donde iban a aprender los que servirían a los demás.
Después del gran desastre
Consigna secreta fue: Pusaj ("Bajemos").
Bajemos a la selva.
Vamos a la noche, a lo oscuro, a la selva.
También lo decían con canciones:
"Vete tras las montañas blancas."
(Los españoles no entendían.)
Estaban llamando al antiguo reino.
Ésas eran las canciones de amor
con tantas menciones a la paloma.
Paloma amada
ven donde tu amado
a tus agrestes breñas.
Les estaba prohibido pintar todo lo incarno.
Pero se ingeniaban para aludir a su Reino Perdido
y esperado de nuevo.
En rincones de iglesias oscuras en el Cuzco
hay siempre el rincón de un cuadro con un campo bello lleno de flores.
O están esas Huidas a Egipto por ejemplo:
siempre una ciudad española con esclavos, gris y triste
y el Egipto de la huida es un campo de flores y pájaros.
La llegada de los europeos volvió el mundo al reves.
El mundo ordenado de la superficie
quedó bajo tierra.
Se instauró una era de caos.
Los europeos son la tiniebla, Nónki, la serpiente acuática
que debe ser destruida. Se espera
que el mundo dé otra vuelta
y regrese el tiempo del Inka, el tiempo sagrado.
Enero era mes de ayuno y penitencias.
Había procesiones a los templos del Sol y de la Luna.
En febrero, cuando aparecen las primeras plantitas
el Inka sacrificaba objetos de oro y plata.
En marzo llegaban las lluvias.
Se sacrificaban llamas negras.
En abril iban los grandes señores al Kuzko a la fiesta del Inka.
El pueblo comía y bebía con el Inka. Bailaban la canción de la llama.
En mayo eran los sacrificios de agradecimiento
por los graneros llenos.
En junio era la gran fiesta del Sol.
Y era cuando el estado hacía el censo.
En julio se repartían las parcelas a las nuevas parejas,
y se ofrendaban los primeros frutos.
En agosto se iniciaba la roturación de la tierra
y el mismo Inka araba un surco en el Kuzko.
Septiembre era la fiesta de la esposa del Sol, la Luna.
Se ahuyentaban las enfermedades y males.
En octubre eran las fiestas de la lluvia.
Hacían que las llamas lloraran ayudando a pedir agua.
Noviembre era el mes de los muertos.
En este mes sacaban a las momias y las llevaban a sus casas.
Diciembre como junio era la fiesta del Sol
pero era la más grande del año.
Los dioses andinos están ahora en el subsuelo.
Cuando Atahualpa fue matado por el inca de los españoles
reinó el caos sobre la tierra.
El centro carnal del universo fue asesinado.
El Inca era el principio de la vida.
Con su muerte el río se tiñó de sangre.
El tiempo se redujo a un parpadeo.
Las lágrimas fueron torrentes como los afluentes del Amazonas.
Desde una colina, teníamos todo el Cuzco a nuestros pies.
Fernando dijo:
Según sus sabios cada generación
viene a completar lo de la generación anterior.
Seleccionaban a sus sabios, dirigentes,
con concursos de canciones.
La gente común no hacía caso de la poesía (como ahora).
Hace 40 años todavía llegaban al Cuzco y representaban
unos indios que no bebían ni se quitaban la máscara.
Nadie sabía de dónde venían.
Su representación era de uua princesa. Un río rojo. Una flor.
Un español malo y uno bueno. Y la princesa era la que salvaba.
El indio debe haber estado tan dormido, dice Femando,
que no entendía.
El mensaje era subversivo.
Cuando empezó la Revolución y vieron los afiches de Tupac Amaru
el pueblo casi despertó.
Al comienzo de la colonia se hacían bailarines y cantores
para hablar a los hermanos.
En las fiestas reviven.
Los otros días están dormidos, explotados.
Paloma amada
que estás sin el amado
levanta el vuelo, huye...
La ciudad picacho, Machu Picchu.
En el cielo como vuelo de cóndor.
Un éxtasis de piedra.
Ciudad sagrada. La montaña hecha oración.
La tierra allí elevada en un anhelo de cielo.
Unas piedras con alas.
Allí transformado otra vez el caos en cosmos.
Terrazas y escalinatas eran los distintos niveles del cosmos.
Las escalinatas llevan a plazas. Éstas a otras escalinatas.
Casas en diferentes planos. Calles y murallas en otros planos.
Y todo orientado para ver la salida y la puesta del Sol.
La roca natural del suelo prolongada en arquitectura.
Lo artificial continuando lo natural.
El agua informe fluía de fuentes entre perfecciones de piedra.
Por canales y piletas bajando a toda la población.
Fuentes descendentes
de terraza en terraza, por todos los niveles del minúsculo cosmos.
Del campo, cantando, y volviendo al campo.
Al fondo el abismo del río Urubamba.
Miradores para todos los horizontes.
No se ha encontrado en ella ningún arma.
Pero fue la capital de la resistencia cultural.
Era como la maqueta de la ciudad del cielo.
Peldaño por peldaño
aquí ascendemos al pasado.
Y al futuro.
Ésta era también Paititi,
la ciudad mítica a la que no se llega por el oro.
Donde la tierra se eleva vertical y divina.
De allí para adelante, sin fin, la selva informe.
Un viejo quechua en su choza
para el investigador:
"Hay pueblos que han salido de la boca de Dios.
Por eso hay pueblos habladores como Lima.
Hay pueblos que han salido de sus ojos,
ven lejos, ven lo que ha sucedido en la época de los Incas,
ven lo que está pasando en el fondo de los valles cálidos
en las punas donde se está cerca del cielo.
Perú comienza en el lago Titicaca
que es el sexo de nuestra Madre Tierra
y termina en Quito que es su frente.
Lima dicen es su boca y Cuzco su corazón palpitante.
Lima es su boca. Por eso ya nadie, ningún peruano
quiere hablar nuestra lengua."
¡Y la cabeza! El mito de la cabeza del Inca.
Un mito muy secreto entre los indios del Perú y dc Bolivia.
José Maria Arguedas fue el primero en recogerlo. (Hasta 1956.)
"Incarrí dicté leyes para que el hombre viviera en sociedad.
Llegó el rey español y lo apresé. Fue decapitado.
La cabeza fue llevada al Cuzco. Pero la cabeza
está viva, y su cuerpo se está reconstruyendo hacia abajo.
Cuando el cuerpo de Incarrí esté completo, él volverá.
-¿,Pero qué decían nuestros abuelos, volverá o no?
-Volverá tomando cuerpo. Dijeron que sí volverá."
Y otros:
"No es posible que ahora viva.
Dicen que su cabeza está en Lima.
Ya su ley no se cumple.
Ernesto Cardenal.
Poeta nicaragüense. Nació el 20 de enero de 1925 en Granada, Nicaragua.