IMAGINA UNA IMAGEN / ARMANDO ARTEAGA
No escucharé tu
voz
después de un siglo apagado
por estridentes gritos de dolor
de muchos hombres muertos
excomulgados, torturados
y desaparecidos del mapa mundí
así
en paz como en la guerra
la idiotez tiene un sitio consagrado:
su pedestal es intocable e imperceptible
en el tiempo que vivimos
peroche, vivimos para seguir soñando
vivimos por vivir, amamos por amar
a estas señoritas palabras, vanas palabras
que voy argumentando con la tarde
Tardé mucho en escribir este disparate
Mientras tú ahorrabas dinero
en una cuenta bancaria
Esperé tu llamada
Un condenado a muerte se escapa
Vi tantas imágenes
que termine dibujándolas
para esta pequeña Exposición Al Aire Libre:
Imágenes No Imaginadas
Por La Imaginación.
Afiebrada De Este Tiempo.
Tuve el coraje de colgarlas
En la paredes de este
salón
Y allí han quedado como testimonio
En este museo del pasado.
Todo ha pasado
Todo ha terminado
No me sirve para nada este arte rupestre
Me sirve solo para dar verbigracia
He vivido en algún planeta: ¿Tierra? ¿Marte? ¿Amarte?
Y escribo
en pobres hojas de papel mancillado
papel
cometa amarillo papel de periódico
papel
galaxia papel años lux papel de cloro
papel
para armar un cigarrillo papel higiénico papel editado
que duerme en el paseo diario/ y eterno
de la literatura:
“Diario de un poeta” “Diario de la Tarde”
“Diario del Adolescente Fascista”
“Diario del Che”
“Diario de Ana Frank”
“Diario de una muchacha en bicicleta”
Que queden allí
“las
imágenes” y los “palabras”
como testimonio de esta vaguedad
negada, terminada y colgada en la pared
Te imaginaré siempre así.
En la paz. Y en la
guerra.