julio 31, 2007

EL MUNDO DEL CUENTO BREVE Y BREVÌSIMO/ ANTONIO GONZÀLES MONTES

EL MUNDO DEL CUENTO BREVE Y BREVÍSIMO


(ANTOLOGÍA MÍNIMA: CUENTOS Y COMENTARIOS)




Por Antonio Gonzàles Montes





Hemos tenido oportunidad de leer dos selecciones de cuentos breves y brevísimos. La primera se la debemos a Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares y se llama Cuentos breves y extraordinarios (Antología) . Dicen los antólogos que han “interrogado textos de diversas naciones y de diversas épocas, sin omitir las antiguas y generosas fuentes orientales. La anécdota, la parábola y el relato hallan aquí hospitalidad, a condición de ser breves”. En efecto, esta última es la característica más visible de los textos: su extensión limitada, una o dos páginas y, en muchos casos, media página o un párrafo aun más corto; y sin embargo en todos ellos encontramos lo esencial de lo narrativo que es la historia, tal como lo señala Julio Ramón Ribeyro en su famoso Decálogo del cuento. Veamos, al azar, un relato brevísimo pero extraordinario, tal como lo anuncia el título del libro donde aparece:


“LOS OJOS CULPABLES
Cuentan que un hombre compró a una muchacha por cuatro mil denarios. Un día la miró y se echó a llorar. La muchacha le preguntó por qué lloraba; él respondió:-Tienes tan bellos ojos que me olvido de adorar a Dios.Cuando quedó sola, la muchacha se arrancó los ojos. Al verla en ese estado el hombre se afligió y le dijo:-¿Por qué te has maltratado así? Has disminuido tu valor.Ella respondió:-No quiero que haya nada en mí que te aparte de adorar a Dios.A la noche, el hombre oyó en sueños una voz que le decía: “La muchacha disminuyó su valor para ti, pero lo aumentó para nosotros y te la hemos tomado”. Al despertar, encontró cuatro mil denarios bajo la almohada. La muchacha estaba muerta.


AH MED ECH CHIRUANI, H adiquat el Farra
El relato es tan rico en su contenido que el lector podría pasarse horas examinando e interpretando todos y cada uno de los elementos que forman parte de esta pequeña pero magistral historia que impacta por su concisión, su arte narrativo y su profundidad hasta llegar a ser una metáfora de la condición humana, con sus grandezas y miserias. En este relato están los grandes temas de la literatura universal: el amor humano y divino, la belleza femenina, el ser humano como mercancía, el poder del dinero, la muerte, la vigilia y el sueño, la realidad y la fantasía. Pero todos estos temas se ensamblan en la totalidad de la historia, que se desenvuelve a través del tiempo, que es la dimensión en que discurre, de principio a fin, la existencia humana.
El otro libro que nos ha permitido disfrutar de la alta calidad de los relatos breves se lo debemos a la estudiosa italiana Giovanna Minardi y se llama: Breves, brevísimos. Antología de la minificción peruana . Como vemos, los textos que antologa Minardi pertenecen a la literatura peruana y creemos que es la primera obra en que se recogen relatos con esta característica de la concisión. Un prólogo muy sugerente precede a la presentación de los “breves, brevísimos”, como ella los llama. Por su mínima extensión pueden, a veces, confundirse con la poesía o con el simple chiste de carácter oral; aunque el requisito es que conserve su esencia narrativa, es decir, que haya una historia, por pequeña que sea, que recorra, cual columna vertebral, la estructura verbal del respectivo minicuento. Veamos uno de los que nos permite conocer la especialista italiana, muy ligada a literatura peruana:


“CORTÍSIMO SUCESO”- ARMANDO ARTEAGA (Piura, 1952)
Una mujer vestida de negro entra a una farmacia y le exige al farmacéutico:-Por favor, quiero comprar arsénico-El arsénico es tóxico y letal. El farmacéutico quiere saber más cosas antes de proporcionarle la sustancia.-¿Y para qué quiere la señora comprar arsénico?-Para matar a mi marido.-¡Ah, caramba! Lamentablemente para ese fin no puedo vendérselo.La mujer sin decir palabra abre la cartera y saca una fotografía de su marido abrazado desnudo en una cama con la mujer del farmacéutico.-¡Mil disculpas!-dice el farmacéutico-. Atender por favor a la señora, no sabía que usted tenía receta.


Este relato, como el primero, ofrece una breve historia protagonizada por seres humanos que viven y sufren los avatares de la existencia humana. Por ello, en esta minificción están los temas recurrentes que aparecen, una y otra vez, en toda clase de obras no solo literarias, sino en la propia realidad cotidiana, porque los hombres y mujeres de todas las épocas y de toda condición son iguales en sus amores, en sus odios, en sus traiciones y en sus venganzas. Y también aparece el azar, que ya desde los griegos, hacía que se dieran coincidencias trágicas, como ocurre en esta historia donde se juntan las vidas y las muertes de personajes que sin habérselo propuesto están unidos por los lazos ocultos del destino. Todos los elementos de un relato (narrador, personajes, espacios, sucesos, objetos, palabras, tiempo, sentimientos) concurren en el desarrollo de esta historia que nos permite adivinar cuál será el desenlace. Y hasta se podría decir que este texto es ilustración palmaria de aquella afirmación según la cual “una imagen vale más que mil palabras”. En este caso, el poder de la fotografía mostrada por la mujer engañada al farmacéutico burlado es más contundente que cualquier argumentación verbal. Pero la palabra también es un poder inmenso; sino que lo diga Gabriel García Márquez, que en marzo del 2007 tuvo la capacidad de convocar a miles de sus lectores en las tierras cálidas y mágicas de Cartagena de Indias de Colombia.Con estos dos relatos y con nuestros comentarios queremos iniciar esta sección de nuestra página, dedicada a compartir con nuestros lectores el disfrute pleno y la reflexión profunda que traen consigo los buenos relatos que si son breves, son dos veces buenos.


Texto corolario de Antonio González Montes.

Cuentos breves y extraordinarios (Antología). Edición revisada y aumentada. Buenos Aires, Editorial Losada, 2ª. edición, 1976, 152 pgs.
Breves, brevísimos. Antología de la minificción peruana. Lima, Ediciones el Santo Oficio, 2006, 133 pgs.