septiembre 13, 2010

POEMAS DE GUILLERMO FALCONI

EL GUAYACAMAYO
Revista virtual de poesía ecuatoriana y peruana desde los años 70 hasta la actualidad.







Poemas de Guillermo Falconí



Guillermo Falconí. (Canta, 1950). Siguió estudios de antropología en San Marcos. Poemas suyos se han publicado en Cronopios y Sol & Niebla y en la antología Yacana / 51 poetas. Autor del libro "Cazador de la noche".





BANGLADESH

(Memoria de dos mil años)



Y en el fondo de la niebla tu vida aparece

como un antiguo cuento.

Huele a tinta china y tiene el semblante

del Harlem Rag violeta.

Y has vivido tragando los vientos del sur

y los vinos del desierto

como un viejo busca fortuna en el fondo del mar.



Hoy escribo sobre ti

masticando chiclet y ajos en una estación

que da contra la muerte,

aquella que rota sus ojos negros alrededor de la Historia,

que busca tus abismos en

las plazas públicas de la ciudad

donde los patios coloniales

han oscurecido apestando a menta y Coca-Cola,

y mi mujer me abre sus piernas

para que yo respire el crepúsculo

de vuelta al mar y a su corazón.



Esta es la hora de la inmovilidad en otras manos,

la hora en que el sentido de las cosas

empieza a perfilarse entre las parturientas de

Munich, mujer.



MI PUEBLO


A la manera de Robert Frost

camino frotando mi corazón contra las piedras,

contra los árboles

y contra las rosas que cubren mis caminos.

Hacia algún lugar, con mi propio deseo

cruzo uno, dos e infinitos puentes

cubiertos de nieve.

Tibio, contemplo los arroyos,

y se cubren de blanco las cascadas.

Es mi pueblo,

mi pueblo hecho a la naturaleza como un trébol carmesí,

con su tempestad y su epopeya,

con aludes y sombras como todo ser en este país.

Por ejemplo, hoy puede ser un día de lluvia,

hoy podría ser yo mismo su tormenta,

escupir su cielo o ser la última piedra

que caiga de su rostro.

Pero seguiré pensando en su oscuridad,

en su respiración / en su respiración

de la cabeza a los pies.




EN EL VACÍO


Aquí hay angustia

las imágenes cruzan mi conciencia

lo mismo que los caminos del pasado

con todas sus posibilidades.

Pude haber muerto sin que fuera posible permanecer

en ese abismo

en el azar del vacío

y del espacio.

Hoy sucede todo lo contrario.

Mi embriaguez es una locura de astros infinitos

que el invierno

ha disfrazado en mi ojos.

Y yo amo su mejilla gris cuando derrama su corazón

en el mío

cuando la música y el genio del mar y los ríos

cruzan

el puente de San Juan

y se posan con sangre de mujer bajo las piedras.

Ahora estoy agitado…

……………………………………………………..

soy un corazón agitado

que va del sístole al diástole

ese movimiento sagrado para ti.

Por fin quiero la lluvia

la realidad

la eterna música del mar.




UN CARACOL EN LA NIEBLA

Siento que te fuiste hace tiempo.

Siento en ti el pasado,

esa soledad que no aparece ya en mis calles.

Siento que otra vez vuelve la luna para el recuerdo,

que los días que vendrán traerán el verano

y entonces estaré elucubrando que fuiste así / que así fuiste.

Las calles de mi ciudad entonarán su eco

(así fuiste, como la luna otra vez).

Y nosotros, los caracoles de la colina,

los germinales de agosto,

la duda,

la afirmación

y el frustrante deseo de querer siempre algo,

de estar aquí o en el sueño.
¡Oh descomunal vacío de esta noche!