MANDAN LAS FLORES EN LA ANTOLOGÍA DE LA PROVINCIA / ARMANDO ARTEAGA
Este gran poeta Loreto
es apenas un ladrillo en el muro.
La tentación de quedarse petrificado
Como una inmensa piedra al borde de un río.
Le acompaña ahora en la tristeza –sentimental-
Y con tristeza,
la tristeza.
Buenos días,
tristeza.
Ganó su primer
premio
editado en papel
bulky.
Los cinco cínicos lectores
Pueden limpiarse
el culo con sus libros.
Muerto de muerte
absurda: el cáncer del amor.
Un solitario
suicida.
Quedó el poeta en
el olvido.
La provincia solo da para tomar té y comer galletas
con mantequilla, algo de queso y de vez en cuando
un jamón rojo de tocino.
El cosmopolitismo, es algo peor, te roban el pasaporte
y eres un estúpido desconocido en una ciudad desconocida.
Toda la tarde me la he pasado hablando de poetas
con este sentimental poeta –amigo- que quedará en la famosa
Antología de la Provincia.
Su par de versos (per-versos)
contra el otro poeta de su generación, testigos ciegos de su
vana poesía:
Ahumada no es nada
No es ni chicha ni limonada.