agosto 20, 2009

LA CHICHA PIURANA/ ARMANDO ARTEAGA

LA CHICHA PIURANA

Por Armando Arteaga

En los ochenta iba muy seguido a Piura, subía al avión y en 90 minutos estaba en Piura, en mi averno de la nada, era feliz, soy piurano, qué más da. Apenas aterrizaba, los amigos se enteraban, sabían que me hospedaba en El Tambo, esos amigos que nunca quieren parar…, nos íbamos a Catacaos a comer, o a Castilla. Aunque yo prefería no beber cerveza, sino la chicha de jora piurana que es el néctar más increíble del mundo. Pero había otra chicha que nos fascinaba. Así que siempre, por las noches frescas , nos íbamos a Bernal, o a Sechura, o sino a Sullana, llegábamos hasta Mallares, para poder entrar en los conciertos de la otra chicha piurana que fascinaba al grupo de mis amigos, esa chicha siempre moderna, arrechante, el swing piurano de esos mangaches y sechuanos era un delirio en esos escenarios del desierto y el calor que te invitaba siempre a moverte y andar alegre. Además mis paisanas piuranas son bellas y tienen un gran talle para el baile, en estilo tallán.., una generosidad para mover el ciezo.

Fue así que descubrí a Agua Marina, ese grupo de Sechura que había fundado el patriarca de la familia Quiroga Querevalú , un ex músico de la marina que con sus hijos José y Manuel empezaron esta movida piurana de la chicha. En los conciertos de Sechura, con esa iglesia gorga colonial de dos torres, sus pescadores vestidos enteros de blanco y sus mujeres con trenzas, las jóvenes vestidas de colores brillantes de satén, y las mayores de luto riguroso: de negro, todo era onirico. Con este júbilo, en blanco y negro, me sentía en un filme de Federico Fellini.

En los conciertos de Agua Marina*, Manuel Quiroga siempre desde el escenario con guitarra en mano o con el contrabajo, nos dedicaba en público algunas de sus canciones. Y así de pronto, con mis amigos nos convertimos en caseritos de los conciertos de Cantaritos de Oro, conjunto histórico de la chicha piurana que respeto, lo mismo que de Armonía 10, que fundara el músico Juan de Dios Lozada Naquiche que se llamaba "Los Blanders", más tarde surgió el legendario Alberto Makuko Gallardo, uno de los mejores cantantes de la chicha piurana junto con Lucho Paz cuando estaba en Agua Marina, que fueron los más destacados. Me gustó mucho también el sabor andino que imprimió la chicha piurana en conjuntos como Corazón serrano, y Los hermanos Bure, con un swing del pasillo ecuatoriano, aires serranos de Ayabaca y Huancabamba, aires que algunos piuranos pintorescos y reaccionarios no quieren reconocer. Después vino el marketing y Montesinos, y lo fregaron todo.

Las imágenes de John Ayala de los primeros conciertos que aparecen de Agua Marina en este blog me han llevado a mis recuerdos del filme El Pez que fuma (1977) esa película venezolana de Román Chalbaud sobre un burdel del mismo nombre, y por momentos hacia algunas escenas míticas imaginadas de La Casa Verde de Mario Vargas Llosa, por este afiebrado gusto piurano que tengo por Agua Marina, que no lamento, y por otras "chichas" del norte. Salud, piuranos, miénchicla.

*Se están cumpliendo y celebrando los 33 años de Agua Marina.