diciembre 16, 2011

AUCALLMA: DÉCIMA Y POESÍA QUECHUA ANCASHINA / VÍCTOR HUGO ALVÍTEZ

 AUCALLAMA: Ritmo y sabor de la “Décima” e incendio de la Poesía Quechua Ancashina 
 
Víctor Hugo Alvítez





Víctor Hugo Alvítez / “Pisadiablo”
AUCALLAMA:
Ritmo y sabor de la “Décima” e incendio de la Poesía Quechua Ancashina
Al Maestro amigo:
Filomeno Zubieta Núñez:
Por sus méritos suficientes.

Los días 25 al 27 de noviembre una delegación de escritores y artistas ancashinos asistieron al distrito de Aucallama, provincia de Huaral (Lima) para compartir con sus pares de ésta y otras ciudades y estrecharse en fraternal abrazo, luego expandir al infinito almácigos de oraciones benditas  hechas música, décima y poesía; en atención a invitación del egregio alcalde señor César Balcázar Labrín y cuerpo edilicio, quienes abrieron de par en par puertas de su pueblo y municipio conscientes del rol protagónico y liderazgo con la cultura, noble fin también otorgado por sus pobladores. Esta vez, en común acuerdo con la Asociación de Escritores y Poetas de Ancash (AEPA) – Filial Lima, que devino en ansiado y alentador I Encuentro de Integración Cultural “Porfirio Vásquez Aparicio – Carlos Eduardo Zavaleta Rivera”:
“En la ciudad de Aucallama
cuna de Porfirio Vásquez
que la guitarra se rasgue
hoy que la décima llama.
Toda la gente reclama
esta estrofa singular
porque integra en su cantar
peruanos compositores.
Son los poetas mayores
que vienen a recitar”.
Con este último evento, AEPA inicia a esparcir semillas pródigas del surco nativo fuera de frontera regional luego de más de veinticinco años de existencia y veinte encuentros de escritores ancashinos en todas y cada una de sus ricas y fervientes provincias con ánimo de seguir cosechando el espíritu colmado de esperanzas en pueblos de apasionada dedicación a cultivar sentimientos, letras y arte como cimientos del futuro y anhelado desarrollo, como se intentan con la integración cultural Macro Regional: Áncash, Huanuco y Ucayali; tras rastros de ponderadas lumbreras intelectuales quienes fulguran desde el firmamento y dan sus nombres a tales acontecimientos.
“Porfirio Vásquez (Aucallama, 4-11-1902 - Lima, 26-09-1971). Fue un excelso guitarrista, cantante, bailarín, cajoneador y decimista peruano llamado “El Patriarca de la Música Negra”. Vivió en Lima. Hermano de Carlos Vásquez, importante decimista de la época. Cultor de varios géneros musicales afroperuanos como El agua'e nieve, El alcatraz, El zapateo y El festejo. Influyó en Nicomedes Santa Cruz en sus inicios como decimista”.
“Carlos Eduardo Zavaleta Rivera (Caraz, 7-03-1928 - Lima, 26-04-2011). Fue un escritor y diplomático, considerado como uno de los mejores cuentistas peruanos del siglo XX. Autor de una espléndida producción narrativa que sobresale por su lenguaje terso y pulido, su destreza en el desarrollo de la anécdota, su excelente construcción de los personajes y su perfecto acabado formal, es uno de los principales integrantes de la denominada ‘Generación del 50’, en la que se agrupan otros escritores peruanos de la talla de Julio Ramón Ribeyro, Enrique Congrains Martín, Luis Loayza, Eleodoro Vargas Vicuña; entre otros precursores del gran "Boom" de la narrativa peruana encabezada, en la década siguiente, por Mario Vargas Llosa. Algunas de sus obras son Los Ingar (1955), El Cristo Villenas (1956), Cuentos completos (1977), Pálido pero sereno (1997)”.
Aucallama, situada a 85 Kms. al norte de Lima; su nombre proviene del Quechua: “estoy bien” o “animal enemigo”, antiguo refugio de indígenas y esclavos negros. Apacible pueblo dedicado a la actividad agropecuaria; con recursos turísticos y gastronomía para explotar, engala su antigua y vistosa iglesia de adobe a dos torres donde conservan su venerada patrona Virgen del Rosario, ubicada en la plaza de armas; cuenta además con atractiva glorieta al centro, pileta y hasta un monumento a la raza negra representada en escultural belleza de mujer. Está  rodeada de amplias chacras de verdor encendido y cielo soleado; gente jovial, amable y sencilla en su mayoría afrodescendiente, por ello su alegría y bondad brotan a borbotones desde la ternura de sus corazones, como dicen ésta y anterior décimas de Roberto Arriola Badaracco
“Áncash y Huaral unidos
conjugando poesía
engrandecen este día
encuentros correspondidos.
Son tres días bienvenidos
de paz, amor, amistad,
interculturalidad,
en este pueblo bendito.
El ambiente es exquisito
con gran solidaridad”.
Aquel primer día y luego de la apertura y bienvenida, el señor alcalde inauguró la muestra pictórica donde resaltan inconfundibles imágenes de César Abraham Vallejo, Poeta universal y Mario Vargas Llosa, Nóbel de Literatura; cuyas extendidas contemplaciones y sombras vislumbraron y acompañaron desde lo alto y fondo de tan honorable mesa el desarrollo de esta cordial amistad, junto a otros inspirados paisajes, rostros andinos y surrealismos impregnados al óleos por los artistas: Milla (yungaíno), Humberto Lozano y Francisco Quijano (patacino), También enaltecieron las vivas presencias y almas felices de nuestros socios coterráneos: Carlos Eduardo Zavaleta Rivera, Efraín Rosales Alvarado y Cristóbal Domingo Bustos Chávez, desde la inmortalidad a quienes rendimos nuestro postrer homenaje y cálidos recuerdos; junto a vigencia perdurable del Amauta José María Arguedas en el Centenario de su Nacimiento y “Revaloración del Mundo Andino”, en brillante conferencia de Luis Alvitres Mendo.
Es este escenario cuando el ritmo, sabor y color de la tradicional “Décima” aparece en todo su esplendor en la gruesa voz y creación del maestro de Chancay afincado en Chincha: Antonio Silva García en contrapunto con Roberto Arriola. Voces recónditas que pocas veces hemos escuchado y encandilarnos para rematar con la impar alegría danzarina negroide, decir de décimas a ritmo de guitarra, cajón, castañuelas y bongó por Juana Isabel Dávila Robles y conjunto, quedando urdidas para siempre nuestras almas despejadas y grata amistad. 
Aquella inolvidable fecha, el Grupo de Teatro de la Universidad Ricardo Palma, conducido por el maestro Áureo Sotelo Huerta, natural de Aija y Presidente AEPA - Lima; levantó el telón en plena plaza de armas y ofreció “Don Dimas de la Tijereta” de Ricardo Palma, deleitando al público asistente con participación del actor Fernando Vásquez y demás jóvenes talentosos de las tablas.
Más entrada la noche, se prendió la fogata frente al municipio organizándose un círculo de decimistas y poetas que a su luz y calor ofrecieron sus decires y versos de notables inspiraciones, incendiándose en crisol de la expectación el arte tradicional decimista y poesía quechua ancashina, como cuando escuchamos al maestro Silva:
“Si la Décima es mi vida
versaré mi vida entera
y hasta el día que yo muera
versaré en mi despedida.
La Décima está prendida
y la llevo muy adentro,
ella siempre ha sido el centro
donde gira mi existir,
contento yo he de vivir
hasta el próximo encuentro”.
Con gran honorabilidad y veneración voces quechuas del Ande Ancashino –cual intacta lengua materna y orgullo ancestral- fueron apareciendo inspiradas en el alma y recuerdo a José María Arguedas, sintetizadas o representadas en la voz de Elmer Neyra Valverde, de Piscobamba, ofrendando de su lírica bilingüe ‘Qanchisqocha’, Rima rima yarpay, o Recuerdo de rima rima:
Uranpa quya pukuyaykan
yarpayní quyaykaptin,
karuchu huk rimarima takin.
Se llena de rojo esta tarde
En el clamor de mis recuerdos,
Una rima rima canta a lo lejos.
César Quispe, laureado poeta de Chimbote aperturó el acto cultural continuando Domingo de Guzmán, Verónica Solórzano ‘Novia de Luis Pardo’ por  Huarás; Milton Pastor, Danilo Barrón, Elmer Neyra, Walter Vidal, Américo Portella y Juan Rodrñiguez Jara. por la zona trasandina; Anatolia Aldave y Filomeno Zubieta (de pasadita), por Bolognesi-Chiquián;  decimista Antonio Silva García; Ana María Intili, Joan Viva, Armando Arteaga, Norka Bríos Ramos, de Huacho o Alejandro Melgar, de Ayacucho; Rodrigo Solórzano, presidente AEPA, entre otros invitados, hasta despertar lechuzas y anunciar auroras. Gratos momentos que continuaron en otros escenarios como la noche siguiente a orillas de la laguna “Santa Rosa” o espejo de agua en patio de acogedor hotel del mismo nombre, -donde la luna sonriente se miraba-, acto matizado del generoso borgoña “Vivanco” producto de la zona. Entre tanto la ciudad estremecida de luces y ritmos bailables modernos por una orquesta norteña anunciaba desde la ante víspera el merecido 71ª Aniversario de recuperación distrital de Aucallama, desbordando alegre juventud; entre tanto, algunos de nosotros a lo lejos todavía escuchábamos la continuidad de la fraternal bohemia:
Rima rima llikin kawaypa uqshata,
Patari turukunapa yawarninnú.
Rima rima tiñe viva a los ichus
Como sangre de toros bíblicos.
Hatun hirka wayrapa wachunkunachu
wiñasha mishki  patsawaray, mishkin
atipan hatun poqoy wirupa mishki
shutunta.
En los surcos del aire cordillerano
ha crecido una aurora dulce,
más dulce
que la gota dulce de la caña de abril.
El auditorio del moderno municipio continuó deleitando esa nueva fusión cultural de aucallaminos y ancashinos, bullentes de versos, décimas, danzas, guitarras, cajón y alfajores, sellando de esta manera una verdadera amistad que las autoridades de Aucallama e integrantes de AEPA bien supieron ofrecer y recibir concluyendo la cita con una deliciosa carapulcra plato identitario como la imponente pachamanca al estilo Aucallama.
Importante evento que aperturará otros horizontes en búsqueda de esa integración cultural tan necesaria e impostergable entre nuestras regiones cercanas, del Perú o el extranjero. Solamente se requiere para ello del buen entendimiento entre instituciones y buena voluntad de los actores.
Unay patsata apariyamun quyakuna.
Pakaskuna tsinkaypa llaqllasha.
Uqsha miraqkuna qasikaywan machasha..
Shushallkuna atsikyayta kuyayan.
Hallqakuna  shutuykayan patsawarayta.
Anti hirkakuna, rahu shuytu putu:
atishan nir taqllapáyashunki.
Los días cargando el tiempo viejo.
Las noches forjadas en secreto.
Los pajonales ebrios de quietud.
Los rocíos amantes de luces.
Las jalkas goteando albas.
Los andes, en cáliz de nieves:
te vitorean, lejana rima rima.
Mil veces volveremos a Aucallama a recitar nuestros versos a la luna traviesa desde esta fogata de huesos que calienta el alma y  esperanza, a reencontrarnos con bardos hermanos, sencillez y amistad de gente amable a dejar nuestros brazos cual remos tendidos plenos de existencia y perdurable afecto. Volveremos a Aucallama mil veces a postrarnos a su alrededor ávidos y aplaudir el trabajo de entusiastas y prestos maestros de escuela sentados sobre sonoros y resistentes cajones, acampañando con guitarras decires y creativas contrapunteadas décimas interpretadas a diestra y siniestra por niños y jóvenes en peculiar concurso, dejando para ello y sobre el rescoldo del fogón amical un paquete de libros para premiar los mejores puestos, sabiendo de un mejor futuro y asegurado destino convencidos de su estirpe colmada de identidad, como ayer tras el orgullo forjado del “viejo” Porfirio Vásquez y la transmisión de su blanco y noble espíritu vigente, regado de ríos rojos sanguíneos cual color de la Patria o corazón materno.
Hasta que guitarras volvieron a relucir azabaches sones con cajones y castañuelas, épicas y roncas voces, vibrar cinturas de curiosas y dóciles aucallaminas –mirándose al espejo de su  angoleño monumento- para despedirnos con eternos y nostálgicos emblemas de sus ancestrales pentagramas y elevados sueños que conquistarán el cielo; cumpliendo así entre el pueblo de Aucallama liderado por sus autoridades ediles y Asociación de Escritores y Poetas de Ancash, lo establecido por la UNESCO al denominar “Año de los Afrodescendientes”, al 2 011 que fenece irremediablemente, con el deber cumplido, abrazos fraternales sinceros, amistad, inclusión, gratitud inmortal. Maestro Antonio Silva, mande Ud. la postrema que ya no aguanta la cintura pal’ landó, el festejo y la despedida:
Por la tierra más bonita
que hay en la patria peruana,
esta noche de jarana
va mi oración infinita.
Gente de cuna exquisita,
cordial y trabajadora;
por ella mi pecho implora
y, si es que escucha Dios,
con emocionada voz
yo quiero cantarle ahora.
Danilo Barrón, juró continuar desde la filial AEPA – Lima la labor de Áureo Sotelo, para reencontrarnos pronto en Huacho y fortalecidos retumbar cual truenos en Recuay y Sihuas el 2012, con íntegra presencia de nuestros hermanos del Callejón de Huailas, zona trasandina y costa de Ancash, más intelectualidad de Huánuco y Ucayali, en forja de futuro, identidad e integración.
Una fresa más al último sorbo de pisco. ¡Por Aucallama! ¡Por su gente!  ¡Por Ancash!
¡Por el Perú! ¡Salud!...
Chimbote “Puerto de Oro”, noviembre 2011
pisadiablo100@hotmail.com
 

 Ver:
 http://cronicaspisadiablescas.blogspot.com/2011/12/aucallama-ritmo-y-sabor-de-la-decima-e.html