Pintó la bohemia limeña de los años 60 y 70 y campesinos andinos. Artista frecuentó a poetas y escritores en míticos bares como El Palermo y Chino-Chino.
Pedro Escribano.
Pedro Escribano.
Vital. Francisco Izquierdo López. Debajo, dos pinturas suyas. Tenía devoción por los campesinos. (Fotos obras: Colección William Alendez)
El pintor de campesinos, de obreros inconformes, de parroquianos, de bohemios, de ciudadanos comunes y silvestres, ha muerto. Francisco Izquierdo López falleció el pasado miércoles, víctima de una dolorosa enfermedad que lo perseguía desde hace algunos años.
Hijo del escritor Francisco Izquierdo Ríos (autor del hermoso cuento "El bagrecico"), "Panchito", como era su nombre de cariño, había nacido en Jumbrilla, en el departamento de Amazonas, en 1938. Desde allí, bosque adentro, remontó ríos, dificultades propias e inició sus estudios de Derecho en la Universidad de San Marcos. Pero "Panchito", más que un hombre de derecho, era un apasionado del arte. Abandonó sus estudios de leyes para hacerse pintor. Fue un autodidacta.
CHINO-CHINO
Como artista, en los años sesenta y setenta, frecuentó bares en el Centro de Lima. El bar Palermo y el Chino -Chino supieron de su bohemia creativa. Hay quienes aseguran que fue él quien le puso nombre al Chino-Chino. Desde esos años data el dibujo que hizo del poeta Javier Heraud cuando se enteró de su muerte en el río Madre Dios.
El artista nunca se corrió de la realidad. Como alguna vez escribimos, Pancho Izquierdo no pintó desde los balcones. Él era un artista de a pie y siempre quería que aquello que pintaba se parezca a la realidad.
Su pincel estaba lleno de color de vida, de movimiento y también de vivo reclamo. Trazos fuertes que denotan energía. Rojos violentos, claroscuros que anuncian tempestades. Solía decir que los campesinos "eran las gentes más bellas del mundo". Siempre los pintaba en multitud comunitaria. Les escribió un poemario, De pena y candela (1999).
Era también un eximio muralista por lo que fue maestro en la Escuela de Bellas Artes. Su último mural, "Historia de la humanidad", está en el Centro Cultural de Ciencias y Humanidades (Breña).
Alguna vez nos citó al gran Humareda: "¡Ay, del pintor que se salga de la realidad". Y Pancho, por supuesto, era un pintor realista.
"Yo creo en un arte afirmativo -nos dijo en una entrevista de 1999-. Creo en un arte de esperanza y posibilidades de la gente. No creo en un arte que solo sea arte. Si nosotros partimos de nuestra realidad, descubriremos que la nuestra es muy dolorosa. Por eso yo creo en un arte que, sin olvidar los sueños, tampoco olvide el dolor".
Hizo que el color exprese ternura, pero también tempestades.
EL DATO
Exequias. Los restos de Francisco Izquierdo López son velados en La Casona de la Universidad de San Marcos. A las 11 am serán sepultados en el Camposanto Mapfre, en Huachipa.
(Pàg. Cultural Diario La Repùblica, Viernes 07 Diciembre del 2007.)