- Que no le den gato por liebre
Escribe Juan Carlos Lázaro **
Juan Carlos Làzaro analiza la obra de Zein Zorrilla.
El narrador Zein Zorrilla* añadió este año a su bibliografía un nuevo título dedicado a la materia de su especialidad: Hija de Bergman y Kurosawa; nieta de Balzac: La novela en el siglo XXI. De por sí, el título ya es un planteamiento que designa y sintetiza los dos hitos fundamentales de la evolución del arte novelístico. Pero la verdadera intención del libro, al parecer, consiste en recordarnos que el género narrativo tiene sus propias leyes, muy estrictas a veces, pero que gracias a ellas podemos calibrar la verdadera calidad de una obra literaria, gozar mejor de ella y evitar de esta manera que nos den gato por liebre.
La Obra de Zorrilla en cuestiòn.
La Obra de Zorrilla en cuestiòn.
La advertencia es pertinente puesto que nunca como ahora una avalancha de “nuevos narradores” toma por asalto el arte de la novela valiéndose de los recursos más superfluos y gratuitos, propios del periodismo amarillo, antes de que del lenguaje y la técnica novelísticas. Esto no hace sino revelar que también en la literatura las leyes del mercado –impulsadas principalmente por las grandes editoriales- están suplantando a las leyes de la narrativa y haciendo de los nuevos escritores simples agentes de escándalo y venta. Su parámetro es el marketing, no el conocimiento ni la creatividad.
La idea básica de La novela en el siglo XXI sostiene que el arte novelístico, en tanto fábrica de ficciones, se emparentó en sus inicios con la narrativa oral y con el teatro, y desde el siglo XX lo hace con la cinematografía. Todas estas artes son productoras de ficciones, por lo que la novela obedece a leyes comunes a esas artes. Más aún, muchas veces el teatro y el cine se han mostrado más eficaces que la novela en la exploración de los recursos de la ficción. El capítulo sobre “La ficción y sus elementos” –la idea básica, la historia, la trama, el conflicto, los personajes, etc.- es relevante por su didactismo y muchos de los ejemplos que cita son tomados precisamente del llamado séptimo arte.
En un pasaje del capítulo citado refiere una lección de E.M. Forter: “Historia: narración de eventos dispuestos en una secuencia temporal. Trama: la misma narración de eventos, pero con el énfasis puesto ahora en la relación causal. El rey murió y la reina murió…, es una historia. El rey murió, luego la reina murió de pena, es la misma historia tramada.” En otro pasaje nos advierte, citando a Aristóteles, del despeñadero que les aguarda a las historias de trama débil. Aunque sorprenda a muchos, es el caso de Cien años de soledad, de García Márquez, o de El mundo es ancho y ajeno, de Ciro Alegría, desbordadas por una incoherente acumulación de episodios, los cuales pueden incrementarse o disminuirse en número, sin que se resienta en absoluto la totalidad de la novela. El ejemplo contrario es Madame Bovary, de Flaubert, considerada una novela de trama magistral. “El baile en el castillo de la Vaubyessard determina el despertar de Emma, que determina su caída en brazos de Rodolfo Boulanger, cuya decepción determina la aceptación de León Dupuis como amante, decisión que determina, etc… hasta el trago del veneno final.” En esta novela, dice Zein Zorrilla, no se pueden restar eventos, añadir ni permutar, sin alterar sensiblemente la trama. “Le Mot juste es cierto, pero antes una poderosa trama que permita el lucimiento del celebrado mot juste.”
De estas valiosas lecciones están hechas las páginas de La novela en el siglo XXI, las que también comprenden una revisión de la evolución histórica de ese género con su respectivo tributo al teatro y a la cinematografía. El capítulo dedicado a “La novela contemporánea” echa un vistazo panorámico a las innovaciones que representaron los recursos del monólogo interior, el flujo de la conciencia y los puntos de vista múltiples. Las páginas siguientes muestran el poderoso eco de las periferias, es decir, la novela producida en Rusia, China, Japón, los países árabes y en la América Hispana; y concluye con un “divertimento” que no es sino “un breve análisis de la estructura dramática” del primer capítulo de La despedida, del escritor checo Milan Kundera, con fines didácticos.
La idea básica de La novela en el siglo XXI sostiene que el arte novelístico, en tanto fábrica de ficciones, se emparentó en sus inicios con la narrativa oral y con el teatro, y desde el siglo XX lo hace con la cinematografía. Todas estas artes son productoras de ficciones, por lo que la novela obedece a leyes comunes a esas artes. Más aún, muchas veces el teatro y el cine se han mostrado más eficaces que la novela en la exploración de los recursos de la ficción. El capítulo sobre “La ficción y sus elementos” –la idea básica, la historia, la trama, el conflicto, los personajes, etc.- es relevante por su didactismo y muchos de los ejemplos que cita son tomados precisamente del llamado séptimo arte.
En un pasaje del capítulo citado refiere una lección de E.M. Forter: “Historia: narración de eventos dispuestos en una secuencia temporal. Trama: la misma narración de eventos, pero con el énfasis puesto ahora en la relación causal. El rey murió y la reina murió…, es una historia. El rey murió, luego la reina murió de pena, es la misma historia tramada.” En otro pasaje nos advierte, citando a Aristóteles, del despeñadero que les aguarda a las historias de trama débil. Aunque sorprenda a muchos, es el caso de Cien años de soledad, de García Márquez, o de El mundo es ancho y ajeno, de Ciro Alegría, desbordadas por una incoherente acumulación de episodios, los cuales pueden incrementarse o disminuirse en número, sin que se resienta en absoluto la totalidad de la novela. El ejemplo contrario es Madame Bovary, de Flaubert, considerada una novela de trama magistral. “El baile en el castillo de la Vaubyessard determina el despertar de Emma, que determina su caída en brazos de Rodolfo Boulanger, cuya decepción determina la aceptación de León Dupuis como amante, decisión que determina, etc… hasta el trago del veneno final.” En esta novela, dice Zein Zorrilla, no se pueden restar eventos, añadir ni permutar, sin alterar sensiblemente la trama. “Le Mot juste es cierto, pero antes una poderosa trama que permita el lucimiento del celebrado mot juste.”
De estas valiosas lecciones están hechas las páginas de La novela en el siglo XXI, las que también comprenden una revisión de la evolución histórica de ese género con su respectivo tributo al teatro y a la cinematografía. El capítulo dedicado a “La novela contemporánea” echa un vistazo panorámico a las innovaciones que representaron los recursos del monólogo interior, el flujo de la conciencia y los puntos de vista múltiples. Las páginas siguientes muestran el poderoso eco de las periferias, es decir, la novela producida en Rusia, China, Japón, los países árabes y en la América Hispana; y concluye con un “divertimento” que no es sino “un breve análisis de la estructura dramática” del primer capítulo de La despedida, del escritor checo Milan Kundera, con fines didácticos.
Zein Zorrilla, destacado novelista del 70, entrando a la crìtica literaria.
La novela en el siglo XXI, de Zein Zorrilla, se publicó en edición de lujo en mayo del presente año. Pese a la buena pluma con que está escrito y a la utilidad de sus lecciones, la mayor parte de la prensa le ha dado la espalda. Sin embargo, tengo noticias que en los extramuros de la ciudad universitaria de San Marcos arrecian las demandas de los estudiantes de Literatura por una copia de este libro. Esta anécdota despierta mi optimismo. Quizá las próximas generaciones de narradores peruanos, a diferencia de la actual (si no se corrige a tiempo), ya no tendrán que competir con Cattones ni Gisellas, sino con verdaderos novelistas.
Lima, diciembre de 2007
*Zein Zorrilla (Huancavelica, 1951). Ha publicado los libros de relatos Oh Generación (1988), Siete rosas de hierro (2003) y El bosque Amonacid y otros cuentos (2005). También es autor de las novelas Dos más por Charly (1996), Las mellizas de Huaguil (1999) y Carretera al purgatorio (2003). Su obra crítica trata de los casos literarios de Julio Ramón Ribeyro, de Mario Vargas Llosa y analiza el fenómeno de la novela andina.
**Juan Carlos Lázaro (Lima, 1952). Es poeta, editor y periodista. Ha publicado tres colecciones de poesía: Las palabras (1977), Gris amanece la urbe del hambre (1987) y La casa y la hojarasca (2001). Edita y dirige las revistas Hechos & argumentos (política y cultura) y Sol & Niebla (poesía).
Lima, diciembre de 2007
*Zein Zorrilla (Huancavelica, 1951). Ha publicado los libros de relatos Oh Generación (1988), Siete rosas de hierro (2003) y El bosque Amonacid y otros cuentos (2005). También es autor de las novelas Dos más por Charly (1996), Las mellizas de Huaguil (1999) y Carretera al purgatorio (2003). Su obra crítica trata de los casos literarios de Julio Ramón Ribeyro, de Mario Vargas Llosa y analiza el fenómeno de la novela andina.
**Juan Carlos Lázaro (Lima, 1952). Es poeta, editor y periodista. Ha publicado tres colecciones de poesía: Las palabras (1977), Gris amanece la urbe del hambre (1987) y La casa y la hojarasca (2001). Edita y dirige las revistas Hechos & argumentos (política y cultura) y Sol & Niebla (poesía).
Juan Carlos Lázaro: hechosperu@hotmail.com