junio 18, 2013

RECORDANDO A ARTEAGA (TERRA ÍGNEA) / Por Leoncio Bueno



RECORDANDO A ARTEAGA (TERRA ÍGNEA)*
Por Leoncio Bueno





El tiempo, sólo el tiempo puede ser la mayor riqueza, el tesoro supremo de los seres humanos. Debe considerarse extraordinariamente rico aquel  -o aquellos- que disponen de tiempo para hacer lo que desean, inclusive, por ejemplo: poemas. Aunque al final sólo se llegue a hacer un poema con el cual se justifique ciertamente la vida entera... Aún sí para llegar a realizar ese dichoso poema se haya tenido que emplear toda la vida -haciendo otros- valió la pena vivir y comprender sufrimientos en la oscuridad. Finalmente,  para vivir,  el sublime instante, el de haber logrado el verdadero amor: el poema inmortal; si este se da en la edad adulta, tanto mejor, sé vencer las sombras...



Amo a la poesía
porque la poesía es siempre mi muchacha,
mi linda loquita que me quiere siempre igual.
Para ella yo no envejezco nunca.
Ni ella envejece nunca para mí.
Es siempre inquieta, fina iluminada
me encanta y me enamora y le gusta lo que hago.
Es fiel hasta la muerte en las buenas o en las malas
                      en la salud o en la enfermedad
y nunca me saca la vuelta con nadie,
aunque me vea que ya no la veo,
aunque me vea que se me caen los pelos o los dientes,
que no puedo ganarme los billetes para invitarle un lonche
Ella, siempre me celebra y me canta, me dice bondadosa:
Ven, tómame, ¡soy toda tuya!. Y yo le creo
Me coloco a su lado y le leo mi último poema
o, le canto... “y con mi brocha, acabo de pintarte toda, toda....” .
Al oírme me dice “baila conmigo”
Me encanta verla siempre tan pícara, sabrosa y sedienta de sexo,
eternamente fresca, florecida que es una bendición.

Así  es ella, ni misses ni pasarelas tienen su cutis, tan fino

Nunca me exige nada, toda ella de jazmín, de grana
Alas,  cálida de amor;
sin arrugas en la  cara pese a que tiene tantos siglos
Nunca letal, ni viperina como las brujas angurrientas
Más bien dulce como los néctares salvajes diciéndome
                                            como dice A.A.
“El tiempo se ha marchado, quiero que sobreviva la Belleza”.
¡Váyanse al cuerno todos, con todos sus demonios!.
Venga la poesía la que siempre es una fiel muchacha.
Venga a poner al mundo de cabeza para morirme de la risa.     
                                    
Leoncio Bueno


( *A propósito de la publicación del libro “Terra Ígnea” de Armando Arteaga.)