mayo 11, 2015

Poemas de Luis Cardoza y Aragón

Poemas de Luis Cardoza y Aragón





Poema Luna Park.
Poema Instantánea Del Siglo XX de Luis Cardoza y Aragón
A Francis de Miomandre

En un Luna Park
El creador filma la Vida,
Y sobre ese panorama,
Están tendidos todos nuestros nervios:
Estrépito sin descanso,
Hombres y mujeres en las fábricas
Al lado del músculo obediente
Fiel
Y sonoro de la máquina,
Fauna del HOMBRE.
Ferrocarriles, aeroplanos, barcos,
Vías subterráneas,
Arterias de la vida del mundo
En donde somos:
Glóbulos blancos,
Glóbulos rojos,
Bacterias…
Vida febril,
Mecánica,
Ásperamente práctica;
Agonía de los últimos románticos
-Siempre habrá los últimos-
Belleza del espasmo.
Vértigos de montañas rusas.
Las horas muertas no tienen minutos.
Epilepsias del jazz band.
Emoción.
Un alta marea,
La energía del mundo.
De fiebre brillan los ojos de las mujeres.

Los corazones golpean los pechos de los machos.
Y hay un grito que se angustia
En la garganta de todos:
¡Vivir! ¡vivir! ¡vivir!

Siglo neurasténico.
Todos somos un poco enfermos:
El hombre: un convaleciente,
Un convaleciente de la vida.

Espiritualidad de la materia:
Parecen nuestros cuerpos
Proyección de nuestras sombras.
Asomada el alma
Al espectáculo del mundo,
Ha sentido en su fiebre mi fiebre,
Y he oído el profundo
Latido de su corazón,
Como si fuese a estallar.

El prisma intelectual del siglo XX
Ya no más descompone
En los siente colores,
La luz de la moderna
Espiritualidad.

Intermitencia de lágrimas y risas.
Tragedia.
Sainete.
Farsa.
¡Aún no está seguro
De su papel,
El mundo!
A veces llora
por reír;
A veces ríe
Por llorar.
Luna Park.

Velocidad.
Visiones del África Ecuatorial
Con la aurora boreal.
En la mañana de hoy
Estaba en Shangai.

Ayer dormí en New York
¿Cenaré en París?
Babélica conflagración
De lenguas y de razas.

Tierra, Arca de Noé constante,
Esponja empapada de sangre y de sudor de hombres;
Bosques de chimeneas fumando,
Cirios de colosos
Que se acaban de apagar;
Ciudades que no duermen,
Ennegrecidas de carbón de piedra
Y olorosas a petróleo,
Sangre de la Tierra;
Nerviosidad de clepsidras,
Pavor del minuto
Muerto sin vivirlo.
¡Pavor, pavor, pavor!
¡Alegría del minuto deleitado,
Tal un gajo del fruto de la vida!




Epifanía de Mazda


Será tan bella un día sí y un día no
que un día sí y un día no
habrá de darme cólera.
El encanto de una mujer ilusoria,
realidad de un sueño tendrá,
mujer que no debió haber nacido nunca:
¡ah, yo seré un tan ridículo Pigmalión!
Mis sentidos subidos a sus torres
acechan su venida conspirando.
Todas las casa de la ciudad bailarán,
harán móvil su procesión extática los árboles del bulevar
y un bosque,
en no sé qué región,
formarán.
 -"Es un loco'.
No respondo,
una sonrisa
en la mano pongo
de propina.
Inquietud ancestral,
ebullición
virtud de la inconstancia,
desequilibrio,
pecado mortal;
exceso de vida en mi cuerpo endeble:
marmita de Papin, mi arte.
Mi risa es triste.
Desnudo mi cuerpo
no proyecta sombra:
arlequín loco soy,
mi corazón,
rombo interior,
danza en mi pecho,
peonza.
Mi rosa de los vientos
Luis Cardoza y Aragón Poemas www.artepoetica.net 14-margarita de hierrose
fundirá en campanas de canción futura.
Aeroplano que escribe en el cielo nuestro nombre,
cielo, página para los altos poetas,
sexo,
gárgola,
flor,
sapo,
mujer,
belleza de las cosas monstruosas,
complejidad de las simples,
encanto inefable de toda excepción,
esplín casi inglés
de la geometría,
del dibujo lineal,
de que tres y tres
¡hagan seis!
Mi corazón
pende en mi pecho,
condecoración
a ofrecer.
Cuando esté muerto
sabré si el Eclesiastés es cierto.
Hoy sólo sé que mi cuerpo es un racimo de placer
cuando el arco de la vida tocando su canción sobre mi médula
me entrega el distico sin par de tus brazos, mujer.
¡Entrando en el Huerto Prohibido
aceleró su latido el corazón!
Nos dio Dios al nacer
una juventud:
millonario y filántropo,
íntegra habré de perderla en la ruleta de tu boca,
laberinto
rastro
para holocausto en el martirio dulce de una honda extenuación.
Baja la marea de mi fervor pasional,
cuerpo de mujer,
sepulcro blanqueado
donde estoy sepultado.
Llanto, risa y asco.
Melancolía rotunda de la carne,
viaje a su país de maravilla,
Luis Cardoza y Aragón Poemas www.artepoetica.net 15Robinson crucificado,
con billete de ida y vuelta,
y al retorno, tan cargado de melancolía mi bajel estaba
que hubo de sucumbir
y nosotros, cobardes, nos pudimos salvar.
Después, mucho he llorado
de vergüenza y de rabia.
Hoy, cuando sus manos,
estrellas de cinco picos,
constelan mi frente,
la alcachofa del almanaque se deshoja
sin el dolor de su sabor monótono.
Su rosado recuerdo como el ojo
de un conejo blanco,
me ha tatuado el cuerpo.
Su recuerdo: cintura de castidad.
Yo fui el San Sebastián martirizado
por las flechas bordadas de sus medias!





Luis Cardoza y Aragón
(La Antigua, 1904 - México D.F., 1992) Escritor guatemalteco, una de las figuras cimeras de las letras y el pensamiento guatemaltecos. Desde muy joven participó en la actividad política en contra de la dictadura del presidente Estrada Cabrera.

Fue fundamental en su vida el traslado a Europa en los años veinte, donde convivió con los grandes nombres de la literatura hispanoamericana, como C. Vallejo, J. L. Borges y P. Neruda. Participó en el movimiento de vanguardia con los escritores surrealistas franceses. Vivió en diferentes países europeos y americanos, pero regresó a Guatemala, en 1944, y participó en política. Finalmente se radicó en México hasta su muerte.

Su obra ofrece un corpus doctrinario e ideológico de mucha importancia para entender la historia de Guatemala. Fue un pensador de amplia visión y de profunda base filosófica. Cultivó diversos géneros. Su poesía, pese al aparente hermetismo, conlleva una penetración aguda en la condición humana: Luna Park (1923), escrito en el Berlín de la posguerra, revela la sensación de levantarse entre las ruinas, el deseo de sacudirse del pasado, en un registro de encuentros emocionados, donde la máquina y el hombre se unen en la sorpresa de una nueva dimensión del mundo.


Entre otros títulos destacan Maëlstrom (1926), Pequeña sinfonía del Nuevo Mundo (1948), Dibujos de ciego (1969) y Poesías completas y algunas prosas (1977). El libro Guatemala, las líneas de su mano (1955), considerado su principal obra de madurez, surge de una raíz vivencial y afectiva, acentuada por la lejanía de la tierra. Su estructura es compleja y original, sustentada por un lenguaje poético maduro y propio, con huellas ultraístas.