VISITANDO AL PADRE*
Por Armando Arteaga
Mi padre ya descansa su larga caminata.
Mi padre fue bueno y honrado
vivió en su grandeza para nosotros
sus hijos y su esposa
Vivió con su coraje por la patria
sonora, poesía
que tenía
cada mañana en el desayuno
cada tarde en el remanso de sus ojos
cada cena en el primaveral tiempo
cuando recordaba su infancia.
Y ahora se ha quedado solo,
mirando –nuevamente- el tiempo que viene
con las imágenes que trae el mundo -y sus noticias- del televisor.
No hace ninguna mueca de desden
ni protesta porque ya protestó
cuando debió protestar.
Le hizo un juicio final al estado de las cosas perdidas
y a la historia (en vida propia).
Se ha quedado sentado.
Siempre centinela de su tiempo, soldado
de su deber y de sus sueños.
No hay más tiempo para esperar.
No esperará nada. Solo la recompensa
de que luchó siempre
por un mundo mejor
hasta el final.
Por eso este homenaje, esta adoración
Por eso este homenaje, esta adoración
del hijo al carpintero padre, al arquitecto
que edificó la casa para otros nuevos habitantes:
la nueva vigencia de las nuevas ilusiones
y de otro tiempo que volverá con lógica.
que edificó la casa para otros nuevos habitantes:
la nueva vigencia de las nuevas ilusiones
y de otro tiempo que volverá con lógica.
Volverás, padre, en el silencio del agua.
En la rutina del viento.
En la premura de los días silvestres.
En la geometría del vuelo de los pájaros.
Volverás, yo lo sé, pero ese viaje
será otro canto.
Cuando el grillo vuelva con las lluvias.
En la rutina del viento.
En la premura de los días silvestres.
En la geometría del vuelo de los pájaros.
Volverás, yo lo sé, pero ese viaje
será otro canto.
Cuando el grillo vuelva con las lluvias.
*Poema leído por Armando Arteaga en el Camposanto Campo Fe Huachipa
el 27-05-2008, día del entierro de su padre Don Américo Artega Paredes.
el 27-05-2008, día del entierro de su padre Don Américo Artega Paredes.